Directores de oficinas de propiedad intelectual de Latinoamerica y El Caribe junto a presidente de OMPI
España, 16 de julio de 2012.- Coincidiendo con el aniversario 200 de la firma de la Constitución española de 1812, se celebra en Cádiz la reunión preparatoria de la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Esta reunión contará con la particular presencia de, entre otros, los directores generales de las oficinas iberoamericanas de Propiedad Industrial, el presidente de la Oficina Europea de Patentes (EPO), así como representantes de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la Organización para la Armonización del Mercado Interior (OAMI), la Secretaría General Iberoamericana y la Secretaría Técnica del Programa Iberoamericano de Propiedad Industrial.
Según sus organizadores, se discutirán las estrategias de futuro en el campo de la Propiedad Industrial y se celebrarán diferentes encuentros que girarán en torno al Programa Iberoamericano de Propiedad Industrial y Promoción del Desarrollo, aprobado en la XXI Cumbre Iberoamericana y que comienza a funcionar en 2012, aunque especialistas en propiedad industrial consideran que la organización de este evento es un paso más hacia la creación de una oficina latinoamericana de propiedad intelectual bajo el control de OMPI, EPO y OAMI, imponiendo así las políticas neoliberales de derechos de autor, patentes y marcas en Latinoamérica y El Caribe en favor de los intereses de corporaciones transnacionalizadas que operan en el continente y responden a grupos concentrados de poder económico.
El peligro que encierra este encuentro radica en que el resultado de los trabajos desarrollados en la reunión se elevará posteriormente a la Cumbre Iberoamericana donde se espera que se adopten los acuerdos y resoluciones consumadas en las reuniones preparatorias, que no se dan a conocer a la ciudadanía y que se les presenta a los presidentes como favorables a las economías reales de los países de la región .
Debido a su composición y temas tratados, estas reuniones se han transformado en los últimos años en ámbitos de presión y plataformas de lobbies encubiertas como foros de carácter multilateral, que utilizan a las oficinas iberoamericanas de Propiedad Industrial para crear situaciones de hecho que obligan a los gobiernos a reforzar las leyes de patentes, marcas y derechos de autor.
Los temas más ambicionados por las empresas extranjeras e impulsados en este encuentro llevado a cabo en Cádiz se relacionan con el tratado PCT de patente (de los que Venezuela, Bolivia y Argentina no son parte), el proyecto PROSUR de uniformidad y adopción de análisis de patentes de nueve países de Suramérica con resultados impuestos por Estados Unidos y Europa, el sistema de Madrid de marcas simultáneas y la creación de la OLACPI, oficina de propiedad intelectual a instalarse en Panamá y monitoreada por los organismos internacionales en la materia.