Ministro Norberto Yauhar (izquierda), Presidente de Monsanto Latinoamerica Sur, Bernardo Calvo (centro) y Vice-Presidente de Monsanto Argentina, Pablo Vaquero, (derecha) en la presentación de la nueva soja Intacta RR2.
Buenos Aires, 23 de agosto de 2012.- El ministro de Agricultura argentino, Norberto Yauhar, adelantó en la presentación de la nueva soja de Monsanto que está “apurando” la aprobación en el Congreso de la nueva ley de Semillas.
Yahuar fue parte de la presentación de la semilla "Intacta RR2 Pro", la nueva soja de la multinacional Monsanto, que fue aprobada la semana pasada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
En el evento, Yauhar destacó que este nuevo cultivo ya fue aprobado en la Unión Europea y que “el Estado Argentino se preocupa mucho por la sustentabilidad ambiental, por lo que las regulaciones fueron muy estrictas en ese sentido”.
Segun el ministro: ”Otro debate que se abre a partir de la nueva ley es el de las patentes y la propiedad intelectual. Estos desarrollos tecnológicos traen muchos beneficios para el productor, por lo que lo más justo es que paguen un porcentaje. Este sería de un tercio de la cosecha final, por los grandes gastos que tienen los inversores como empresas o el Estado. Es lógico que quienes aumenten su productividad deban pagar regalías”, explicó el ministro.
Igualmente, reiteró que “se protegerá a los pequeños productores”.
Por su parte, el Vicepresidente de Monsanto Argentina, Pablo Vaquero, anunció junto al ministro de Agricultura, que la nueva soja “Intacta RR2 Pro” estará disponible en la campaña 2013/14 (en la próxima siembra solo se realizarán ensayos en el norte argentino).
El representante del monopolio estadounidense calculó que la mejoria de rendimientos podria llegar al 11 %, aunque no fundamento como se llega a esta cifra. Sin embargo afirmo que: "No sería poca cosa: se producirían 5 millones de toneladas más, que al valor actual serían ingresos por US$ 3.000 millones".
Asimismo expreso que "ese salto no sera gratis para los productores, que no pagaron royalties por la primera soja RR, aprobada en 1996".En aquella oportunidad Monsanto no patentó en el país su transgénico debut (sus abogados presentaron la documentacion fuera de plazo en la oficina de patentes argentina, INPI), y cuando quiso cobrar por las semillas vendidas se encontró con una fuerte resistencia incuyendo al ex presidente Nestor Kirchner quien resistió esa pretensión en los tribunales europeos, donde Monsanto había accionado contra los exportadores argentinos.
Según un estudio encargado por el sector semillero, de los US$ 61.917 millones que el país habría ganado en estos 15 años gracias a la primera soja RR, 72,4% fueron para los productores, 21,2% al Estado y solo 6,4% para los proveedores de tecnología. Es decir, el inventor de la semilla apenas logró beneficios se justifica Monsanto.
La situación con la “Semilla Intacta” sería diferente. Monsanto ya cuenta con una batería de patentes que le aseguran la propiedad intelectual. Y para reforzar ese escenario propició, junto al resto de la industria semillera, acopiadores y exportadores, un "sistema privado" que regirá no solo para esta soja sino para el resto de los transgénicos que desembarquen en un futuro.
Yauhar, además, prometió ayer que se actualizará la Ley de Semillas para limitar el milenario derecho al Uso Propio (guardar parte de la cosecha como semilla) solo a pequeños productores.
Los "obtentores" quieren evitar así que la soja transgénica sea multiplicada y vendida en canales informales. Hoy, solo un 25% de la semilla de soja es certificada y el resto se divide entre Uso Propio y la llamada “Bolsa Blanca”, que es la semilla vendida por canales informales.