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Monsanto, semillera líder del negocio global de semillas de soja,
completará en las próximas semanas el primer ciclo de un sistema de
comercialización de semillas en el país lanzado hace dos campañas para
poder cobrar el llamado "canon tecnológico" por el valor agregado de su
soja transgénica Intacta RR2PRO, superadora de la famosa RR1.
La soja es una semilla autógama, que permite obtener un grano con las
mismas características de su semilla original, por lo tanto, el
producto no pierde calidad con el llamado uso propio de semilla.
De acuerdo a El Cronista, el problema es el cobro por tecnología con
la resiembra, un conflicto que en el pasado Monsanto no pudo resolver y
se le volvió un gran dolor de cabeza. Ahora, más allá de que existe en
el país una Ley de Semillas, la nueva tecnología está protegida por la
Ley de Patentes.
Para no repetir su historia, la firma diseñó un sistema de contratos que firman los productores para sembrar la nueva semilla, que
se vende bajo las marca propia Asgrow, y también a través de las
licencias a Don Mario, Nidera, ACA y Syngenta, que compromete a los
productores a pagar la regalía en algún momento entre la compra de
semilla y la venta del grano.
Según explicaron referentes de la compañía en la muestra Expoagro, la
última fase del modelo de negocios consiste en el "control y cobro del
Canon Intacta en los puntos de entrega de grano y durante la presente
campaña sólo operará en el norte del país", donde ya hubo una segunda
campaña con la posibilidad de resiembra.
Monsanto aclaró que el control se realizará "sólo en caso que quien entrega el grano no haya pagado en forma previa".
De esta manera, tanto Monsanto, que instaló el sistema comercial
primero en una semilla de soja adaptada al norte del país, como la
licenciatarias, se garantizan el cobro por la tecnología con un sistema
que, aseguran, promueve el pago adelantado de las regalías más que el
control sobre el producto final.
Una vez cerrado el ciclo comercial en el norte, Monsanto planea
ampliar el mecanismo al centro del país, la zona productiva por
excelencia.
Para eso la red actual de 72 acopios y 18 puertos donde se realizará
el control final de la mercadería para constatar los casos de faltante
de pago deberá ser ampliada para incorporar al centro del país el año
que viene.
El sistema comercial de Monsanto despertó críticas de algunos
semilleros y parte del sector productivo, con la Federación Agraria a la
cabeza, por considerarlo abusivo.
Sin embargo, desde Monsanto explicaron que el 70% de los productores
que usó la tecnología ya pagó el canon, lo que implica que "la gran
mayoría de los productores reconoce el valor de la tecnología, y
prefiere pagarla en forma anticipada", según analizó Luiz Beling,
presidente de Monsanto, en Expoagro.