Benoît Battistelli, presidente de la EPO
elconfidencial.com
El laboratorio Gilead, propietario del medicamento efectivo contra la hepatitis C, se enfrenta a diez recursos presentados ante la Oficina Europea de Patentes. No lo consideran novedoso ni innovador
El medicamento de la discordia, Sovaldi, le está dando mucho trabajo al ministro de Sanidad pero no será el único que tenga que lidiar con él. También, la Oficina Europa de Patentes (EPO). Según confirmaba el presidente de la EPO, Benoît Battistelli a El Confidencial, no sólo Médicos del Mundo se ha decidido a impugnar la patente del medicamento, sino que existen otros nueve recursos más: “La mayoría son compañías farmacéuticas que creen que no cumple con las disposiciones de la legislación europea de patentes”.
Cinco empresas farmacéuticas, Médicos del Mundo y cuatro anónimos, representados por bufetes de abogados especialistas en propiedad intelectual, rechazan que Sovaldi sea registrada como algo único, innovador. “La impugnación puede realizarla cualquier persona que piense que la patente no puede considerarse como tal”, apunta Battistelli. La resolución final de la Oficina Europea, que puede alargarse dos años, sólo se resolverá -recuerda el presidente- basándose en razones técnicas y jurídicas, nunca en cuestiones sociales. Y es que Médicos del Mundo tomaba esta decisión del recurso con el objetivo de defender la “universalidad del acceso a los cuidados médicos y buscar un sistema de salud más solidario”.
Considera la ONG que el precio del medicamento que puede salvar a un enfermo de hepatitis C es “exorbitante” -40.000 euros por dosis- y que limita el acceso a muchos pacientes. Tienen esperanzas en una resolución positiva porque en India dicha patente ya fue rechazada. También es diferente en Egipto -lugar de nacimiento del creador del medicamento-, donde la compañía ha negociado directamente con el Gobierno y ha reducido considerablemente el precio.
Los diez recursos se han presentado este pasado mes de febrero, ya que desde la publicación de la patente hay nueve meses para impugnarla. Todos parece haber agotado el plazo para presentar sus alegaciones que se basan en dos principios: que el producto no es novedosos, porque incluya algún método o molécula que ya existía; o que no implique ninguna innovación farmacéutica. También se puede recurrir porque existan dudas sobre su utilidad industrial. El laboratorio afectado ha declinado hacer algún tipo de declaración a este periódico sobre el asunto.
¿Más genéricos?
La aceptación de alguno de los recursos no abriría, sin más, el tratamiento a las compañías de genéricos, como se ha llegado a especular. “Los recursos que se han interpuesto sólo se dirigen a una de la patentes que tiene registrada el laboratorio farmacéutico Gilead”, explica Xosé María Torres, experto en patentes y miembro de la Junta de la ONG Farmamundi. Torres señala que Gilead ha registrado la patente del medicamento, la del profármaco -la sustancia que se metaboliza en el organismo- y 19 formas de producir dicho producto. Y los recursos sólo acusan al medicamento, no al resto, de no ser novedosos o innovador. Por eso este especialista no ve tan fácil que la anulación implique una producción de genéricos.
“La patente se extiende a lo largo 20 años y, además, a las empresas farmacéuticas se les suele ‘regalar’ otros cinco más”, apunta Torres. Este ‘regalo’, que se lleva produciendo desde 1995, se llama Certificado Complementario de Protección y sólo se concede a productos farmacéuticosy fitosanitarios. “Cuando se patenta uno de estos productos no significa que se puede empezar a comercializar ipso facto. La patente se registra en el periodo de investigación y pueden tardar hasta diez años en sacar el producto a la calle. Por eso, a estas empresas se les regala cinco años más de protección de su patente”, señala Torres.
Cae el número de patentes farmacéuticas
Según los datos ofrecidos por la Oficina Europea de Patentes respecto a 2014, el registro de patentes farmacéuticas cayeron un 5,4% con respecto al año anterior. Es el campo que más ha descendido en el último año entre los diez sectores más punteros. Sin embargo, para el presidente de la EPO, no es un dato tan negativo. “Las novedades farmacéuticos están entre los registro más frecuente y es uno de los campos más activos”, apunta Battistelli. Recuerda que la caída se debe a que “parte de su innovación en este ámbito se está centrando en la biotecnología, por lo que, si lo contamos de este modo, el sector farmacéutico sigue siendo muy dinámico”.
La biotecnología ha crecido en número de patentes de manera espectacular, más del 12% con respecto a 2013. Fue uno de los campos destacados por el presidente de la EPO durante la rueda de prensa que ofreció la semana pasada en Bruselas.