expansion.com.- La vacuna contra el papiloma humano y la comunicación por cercanía con móviles, premiados por Europa
La Oficina Europea de Patentes ha entregado en el Palais Brongniart,
sede histórica de la Bolsa de París, los Premios al Inventor Europeo
2015, entre cuyos galardonados se encuentran los creadores de la vacuna
contra el papiloma humano, de los vitrimares, un nuevo polímero para
crear otro tipo de plástico o de la comunicación por cercanía para
smartphones.
En el acto, al que acudieron más de 400 invitados, se hizo entrega del premio al 'Logro de una vida' a Andres Manz,
inventor del sistema ultraminiaturizado de análisis biomédico ('Micro
Rotal Analysis Systems'), que facilita y acelera análisis médico,
químicos y biológicos mediante un sistema de microchips. De hecho, el
sistema de análisis rápido de ADN para la prevención y detección de
enfermedades hereditarias se basa en esta tecnología. Marz, uno de los
químicos más influyentes de la última década, ha registrado cerca de 40
patentes, la mayor parte de ellas relacionadas con su tecnología de
microchips de análisis.
En la categoría premio 'del público', los galardonados han sido los investigadores Ian Frazer y el ya fallecido Jian Zhou
por el desarrollo de la primera vacuna contra el virus del papiloma
humano (HPV, por sus siglas en inglés). Ambos han recibido más del 32%
de los 47.000 votos emitidos a través de Internet, aupándoles hasta la
primera posición de entre 15 finalistas.
Frazer ha explicado a EXPANSIÓN que desde el inicio de la
comercialización de la vacuna en 2006 por Merck & Co, la vacuna ha
permitido prevenir el cáncer de cuello uterino en todo el mundo, lo que
es una evidente satisfacción.
"En mi país, Australia, donde el gobierno recomienda la vacunación de
todas las mujeres entre 9 y 25 años, el nivel de infección ha bajado de
manera exponencial y estoy casi convencido que este tipo de cáncer
podría desaparecer de Australia en los próximos 10 ó 15 años", comenta
Frazer.
Preguntado sobre el futuro de la lucha contra el cáncer, Frazer
afirma que existen varias investigaciones en curso que podrían dar lugar
a nuevas vacunas que erradiquen el cáncer. "Estos estudios, que podrán
hacer realidad en los próximos 25 ó 30 años se basan en aquellos
cánceres generados por un virus. Sin embargo, todavía habrá que
investigar mucho para poder luchar contra los de pulmón o pecho, por
ejemplo".
El premio al mejor invento en la categoría 'Industria' ha recaído en el austriaco Franz Amtmann y el francés Philippe Maugars
por el desarrollo de la Near Field Communication (NFC), la comunicación
por cercanía, que encontramos comúnmente en los 'smartphones' o en las
tarjetas de crédito 'contact-less'. Maugars explica a este diario que el
objetivo de su investigación fue reunir sistemas que ya existían para
originar una tecnología que cambiara la sociedad. "Ha sido una
investigación complicada, pero lo más problemático fue lograr la
estandarización de los sistemas de 'smartphones', tarjetas o microchips,
que ha permitido que este sistema funcione en todo el mundo y pueda
amplicarse al mayor número de sectores posibles".
Los dos ingenieros están convencidos de que la NFC puede seguir
penetrando el mercado. "Pronto será habitual abrir la puerta de casa o
del coche mediante el móvil, transmitir una tarjeta de visita por
contacto entre 'smartphones' o con relojes inteligentes... Existen
infinidad de posibilidades en las que se están trabajando actualmente y
pronto serán una realidad", ha asegurado Amtmann.
En cuanto al resto de galardones, el francés Ludwik Leiber
ha sido premiado en la categoría Investigación por el invento de los
vitrimares, un polímero que permite generar un nuevo tipo de plástico
muy manejable, más resistente que el actual y que podría llegar a ser
una alternativa al cristal o al metal. Según ha explicado su Leiber este
polímero podría utilizarse en el mundo de la construcción, en la
fabricación de aeronaves o vehículos y en la industria del deporte.
Por último, en la categoría de países no europeos, los agraciados han sido los japoneses Sumio Iijima, Akira Koshio y Masako Yudasaka
por el descubrimiento de los nanotubos de carbono, una estructura
desconocida hasta el momento, así como por el proceso sostenible de su
producción. El uso de estos nanotubos lograrán ordenadores más rápidos y
módulos solares más eficientes. Entre otros posiblers usos, hay que
destacar que los nanotubos de carbono podrían llegar a ser utilizados
para realizar tratamientos contra el cáncer.