Por José Iborra
En el sector farmacéutico, encontrar un equilibrio entre la protección de la innovación y el acceso equitativo a los medicamentos es un reto clave. Las patentes y los Certificados Complementarios de Protección (SPC por sus siglas en inglés) permiten a las compañías recuperar la inversión en investigación y desarrollo, incentivando así la creación de nuevos tratamientos.