.msf.es.- Mientras el primer ministro indio, Narendra Modi, se prepara para
dirigirse al Congreso de Estados Unidos la semana que viene, Médicos Sin
Fronteras insta a la India (país frecuentemente llamado “la farmacia
del mundo en desarrollo”), a resistir la presión de los legisladores
estadounidenses y de la industria farmacéutica, y proteger el acceso a
medicamentos accesibles.
Millones de personas de todo el mundo dependen
de medicamentos genéricos indios de bajo coste, y corren riesgo de que
su esperanza de vida se reduzca por la presión de los grupos
farmacéuticos y los legisladores estadounidenses que busca cambiar las
políticas indias de protección de propiedad intelectual, para favorecer
unos monopolios farmacéuticos ya excesivos.
A pesar de las diversas fallas del sistema de innovación basado en
patentes, que llevaron a una crisis global de altos precios en los
medicamentos y a que sólo un puñado de medicamentos sean desarrollados
para atender enfermedades desatendidas, como la tuberculosis (que afecta
enormemente a la India), Estados Unidos pretende ignorar estas fallas
y, a su vez, demanda nuevas y dañinas políticas de protección de
propiedad intelectual que empeorarán la situación. El elevado precio de
los medicamentos en lugar de un financiamiento para la innovación, en
realidad desvía los recursos gubernamentales lejos de la investigación y
el desarrollo que podrían cubrir las necesidades de salud pública.
“Es indignante que Estados Unidos esté intentando exportar a la India
su deficiente sistema de propiedad intelectual, un sistema que ha
provocado que los precios de los medicamentos se eleven excesivamente,
dejando a los pacientes o bien con las manos vacías, o junto con otros
compradores intentando lidiar con el elevado coste de los medicamentos
patentados,” dice Leena Menghaney, directora de la Campaña de Acceso a
Medicamentos de MSF en el sur de Asia. “Estas políticas, que ya no están
funcionando para la población de Estados Unidos, no deberían ser
impuestas a quienes viven en la India o en cualquier otro lugar del
mundo.”
Las actuales leyes de propiedad intelectual en Estados Unidos
permiten a las compañías farmacéuticas cobrar precios exorbitantes por
medicamentos en ese país. Los nuevos medicamentos contra el cáncer
cuestan alrededor de 100.000 dólares al año, y los nuevos tratamientos
contra la hepatitis C cuestan hasta 1.000 por pastilla.
Actualmente, la India otorga patentes a productos farmacéuticos, pero
establece un marco de referencia estricto sobre lo que merece o no una
patente. Estas políticas fomentan el desarrollo de nuevos medicamentos
por encima del “evergreening” (perennización de patentes), una práctica
por la cual las farmacéuticas realizan modificaciones menores a
medicamentos existentes para extender sus monopolios de patentes durante
unos años más. Los estándares estrictos para las patentes son críticos
para proteger los precios bajos que permite la competencia y para salvar
millones de vidas en todo el mundo.
India producía medicamentos genéricos de manera libre desde antes de
2005, cuando por su afiliación en la Organización Mundial de Comercio se
le exigió que comenzara a conceder patentes. En 2012, puesto que la
gente era incapaz de costear un medicamento clave en la lucha contra el
cáncer, India publicó su primera licencia obligatoria, una herramienta
usada por los gobiernos para anular la patente de una compañía y
permitir la competencia de genéricos. Esta licencia se emitió para bajar
en un 97% el precio del sorafenib tosylate, un medicamento para
combatir el cáncer de riñón y de hígado, e incrementar el acceso de los
pacientes a este tratamiento.
Desde entonces, el gobierno de Estados Unidos incrementó su presión a
la India para que aumente la vigilancia en el cumplimiento de estas
políticas de propiedad intelectual y suspenda las licencias moratorias
para asegurar que las compañías farmacéuticas multinacionales disfruten
de sus monopolios sin tener ningún control sobre sus abusos.
Este año, India volvió a ser parte del Informe Especial 301 de la
Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (US Trade
Representative, USTR). La presión persiste a través de múltiples vías de
compromiso bilateral sobre políticas de protección de propiedad
intelectual, incluyendo el ya existente Foro de Política Comercial
E.E.U.U.-India y la creación de un nuevo grupo de trabajo de alto nivel
de protección de propiedad intelectual, que fue anunciado en conjunto
por el presidente de Estados Unidos Barack Obama y el primer ministro de
la India Narendra Modi, en septiembre de 2014.
“Al encontrar un equilibrio entre la producción industrial de
medicamentos genéricos y el sistema de patentes, las políticas de India
han salvado y mejorado la vida de millones de personas,” dijo Menghaney.
“Los tratamientos que costaban 10.000 dólares anuales por paciente hace
15 años, ahora cuestan 100 dólares por persona: eso es una reducción de
precio del 99% gracias a la competencia de genéricos en la India.”
MSF atiende a más de 200.000 personas con VIH alrededor del mundo, y
el 96% de los medicamentos utilizados son genéricos de calidad
fabricados en India. La organización también depende de medicamentos
genéricos para tratar la tuberculosis, la malaria y otras enfermedades
infecciosas.
Por desgracia, los intereses de las compañías farmacéuticas se están
interponiendo en el camino de la atención médica. La visita del primer
ministro Modi llega un mes después de que la Oficina de Patentes de la
India concediera a la compañía farmacéutica estadounidense Gilead
Sciences una patente por un medicamento contra la hepatitis C, el
sofosbuvir. Este es un medicamento que, según estudios realizados, el
costo de su producción para un tratamiento de 12 semanas es de 100
dólares, pero es vendido a 1.000 dólares por pastilla en Estados Unidos.
Esta decisión está dejando a muchas personas de los países de ingresos
medios con alta carga sin opción de tratamiento para salvar sus vidas.
Esta patente fue otorgada casi un año después de que India inicialmente
la rechazara, lo que llevó a una mayor presión por parte de Estados
Unidos para que se otorguen más patentes a las compañías farmacéuticas.
MSF entregó una apelación en la Oficina de Patentes de Nueva Delhi.