miércoles, 20 de julio de 2016

Los checos patentan sus inventos en su país e ignoran el mercado internacional

 
 

radio.cz.- La inmensa mayoría de los inventores y desarrolladores checos que deciden patentar sus descubrimientos lo hacen únicamente en las oficinas locales, reduciendo por tanto su validez al mercado local. A pesar de que existen subvenciones públicas que sufragan los gastos de patentar en el extranjero, llevar la idea a la oficina de patentes de otro país sigue siendo una operación complicada. El año pasado lo hicieron únicamente 133 checos de un total de 749 que inscribieron nuevas patentes.

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Con el objetivo de facilitar el proceso ha surgido el Instituto de Patentes de Visegrád, un proyecto desarrollado conjuntamente por Chequia, Eslovaquia, Hungría y Polonia. Gracias a la gestión de la entidad, es posible completar la solicitud de patente para otros países en checo. Asimismo supone un ahorro económico, describe Josef Kratochvíl, presidente del Instituto de Propiedad Industrial. 

Josef Kratochvíl, foto: Archivo del Instituto de Propiedad Industrial  

“El que realiza la inscripción se ahorrará las tasas de investigación internacional. Y eso es en concreto el 40% de las tasas, que se elevan a 1.875 euros”.
Un ejemplo del aporte que puede suponer patentar en el extranjero es la empresa Dvořák-Segadoras Rodantes. La compañía disfruta desde hace años de la patente de un chasis para vehículos cortacésped con ruedas capaces de girar 360 grados. Anualmente fabrican unas 500 máquinas, que en su mayoría van destinadas al extranjero. Es por ello que la patente cubre no solo la República Checa y Europa, sino también Estados Unidos, Canadá y Japón.
Los gastos de patentar fuera de la República Checa pueden ser total o parcialmente cubiertos con dotaciones del Ministerio de Industria y Transporte. Para este año el programa cuenta con subvenciones de entre 1.500 y 37.000 euros.