La Oficina Europea de Patentes (EPO) ha tomado la decisión de que la
patente de Gilead sobre el Sofosbuvir, un fármaco que se
demostró efectivo para tratar la hepatitis C, se mantenga sólo
parcialmente, tras el recurso de Médicos del Mundo contra dicha patente.
Médicos del Mundo presentó un recurso a la patente concedida a Gilead
Sciences para Sofosbuvir (Sovaldi) el 10 de febrero de 2015. Este es un
procedimiento legal por medio del cual la validez de una patente puede
ser impugnada si se considera que el medicamento patentado no cumple con
los criterios definidos por la Convención Europea sobre Patentes (CPE).
Según Médicos del Mundo, mientras que un tratamiento de Sofosbuvir de
12 semanas alcanza un precio de 41.680 euros en Francia y de entre
25.000 y 13.000 euros en España, la versión genérica se vende por 220
euros en la India. “Esta patente defectuosa ha sido usada por la
compañía farmacéutica para imponer una tremenda presión sobre los
Estados, de manera que estos han terminado aceptando pagar precios
exorbitantes por el medicamento, lo que conduce a restricciones de
tratamiento para los pacientes en muchos países europeos”, explica la
presidenta de Médicos del Mundo Francia, la doctora
Un examen más riguroso
Tras
una audiencia pública de dos días en la sede de la Oficina Europea de
Patentes en Múnich (Alemania), los argumentos planteados por Gilead
Sciences para defender su patente sobre el Sofosbuvir no han sido
totalmente aceptados por la entidad reguladora, según informa Médicos
del Mundo. “Técnicamente, la decisión de la EPO implica que como tal, el
Sofosbuvir no está protegido por una patente de ahora en adelante”,
añade la organización.
“Esta decisión de la EPO refuerza la lucha global para denunciar la
perversión del espíritu original del sistema de patentes por parte de la
industria farmacéutica, que busca mantener posiciones de dominio.
Países como China, Ucrania e India ya han manifestado claramente su
rechazo a la patente de Gilead”, explica el representante del colectivo
Initiative for medicines, access and knowledge, I-MAK, el equipo legal y
científico que asesoró a Médicos del Mundo en este proceso, Tahir Amin.
“Esto demuestra que necesitamos un examen más riguroso de las patentes
solicitadas para proteger la salud pública”, apunta.
Un primer paso
Sin embargo, Médicos del Mundo considera que al mantener la patente
-aunque sea parcialmente-, “no se consigue invertir la relación de
poderes en beneficio de la salud de la población ni asegurar el
equilibrio financiero de los sistemas sanitarios públicos”. “Hemos
conseguido abrir una primera brecha en el sistema; ahora esperamos una
acción firme por parte de los gobiernos europeos”, declaró
el responsable de Operaciones de Médicos del Mundo, Yannick Le Bihan.
“Esta decisión de la Oficina Europea de Patentes refuerza la lucha de
Médicos del Mundo para establecer nuevas reglas en la fijación del
precio de los medicamentos y en el diseño de un modelo alternativo al de
las patentes para financiar la innovación terapéutica”, concluye la
organización.