Reuters / Pfizer sufrió un revés en Gran
Bretaña, hoy jueves, cuando el Tribunal de Apelación de Londres
dictaminó en su contra, en un caso de patentes vinculado al uso del
fármaco Lyrica (que vende US$ 5.000 millones al año) y se utiliza para
el alivio del dolor.
Lyrica, cuya droga genérica es la pregabalina, se desarrolló
originalmente para la epilepsia. Sin embargo, investigaciones
posteriores mostraron que también podría ayudar a los pacientes que
sufren de dolor neuropático y la mayoría de las recetas se escriben
ahora para ese uso.
Mientras que la patente original de pregabalina expiró, Pfizer obtuvo
una patente secundaria que cubre el dolor secundario, la cual es válida
hasta julio de 2017, por lo que la farmacéutica de EE.UU. ha estado
luchando para proteger esta sección lucrativa del mercado.
De todas formas, la expiración de la patente de base permitió que los
fabricantes de medicamentos genéricos incluyendo a Actavis, ahora
renombrada como Allergan, poner en marcha las versiones más baratas de
la medicina. Éstas llevan una “etiqueta flaca” o disminuída, la que
limita su uso a la epilepsia y el trastorno de ansiedad generalizada.
Pero Pfizer inició de todas formas demandas, argumentando que era
inevitable que las versiones de imitación se dispensan para el dolor,
como para las otras condiciones.
Ahora, el tribunal de apelación ratificó un fallo inicial de 2015,
indicando que las empresas de genéricos no había infringido la patente
de Pfizer secundaria y que sus reivindicaciones de patente dirigidas
generalmente al dolor y el dolor neuropático no eran válidos. Pfizer
dijo que estaba decepcionado por la decisión y que apelará.