Débora Giorgi (ex ministra de industria) con Mario Aramburu (ex presidente INPI)
XPat.- con más de 28.000 expedientes de solicitudes de patentes en trámite, el presidente del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial INPI), Dámaso Pardo, afirmó que una mala administración del gobierno anterior creo un atraso de resoluciones de patentes muy dificil de manejar y que forma parte de la "pesada herencia".
Pardo, ex socio de Martinez de Hoz (hijo), hasta pocos días antes de asumir en su cargo, justificó así la aplicación de la resolución 56 / 16 que comenzó su vigencia el 15 de octubre pasado y que permite acelerar las concesiones de patentes extranjeras en la oficina de Argentina.
El abogado sin embargo, prometió a un sector de los laboratorios nacionales agrupados en Cooperala, dar marcha atrás en la implementación de la mencionada resolución, aunque esto estaba en manos del ministro de producción, Francisco Cabrera, quien hasta ahora no se pronunció en ese sentido, pero si se quejó ante los laboratorios nacionales de CILFA por haberle reclamado a él, por las patentes farmacéuticas extranjeras.
De acuerdo a fuentes del ministerio de industria consultadas, que prefirieron manter el anonimato, es muy fuerte el lobby de AmCham y la Embajada de EEUU en el país afavor que esa resolución comience a aplicarse cuanto antes para trasnparentar el mercado de las patentes y comenzar a evaluar inversiones de los laboratorios estadounidenses instalados en Argentina.
Losempresarios argentinos, consideran sin embargo que aprobar patentes farmacéuticas impactaría negativamente en los precios de los medicamentos y llevaría a la quiebra a buena parte de las empresas nacionales que aseguran miles de puestos de trabajo de calidad.
La afirmación surge del dato que casi el 90 % de las solicitudes de patentes que se presentan en Argentina son de origen extranjero y de productos farmacéuticos casi el 100%, y que además pertenecen a transnacionales farmacéuticas de EEUU y Europa.
El mercado de medicamentos en el país de alrededor de 4000 millones de dólares anuales es el campo de la disputa por el control de la oficina de patentes de argentina que condujo durante más de 12 años el contador Mario Aramburu durante los gobiernos del kirchnerismo y que dejaron la "pesada herencia" al gobierno de Mauricio Macri.
Para los laboratorios, las políticas del gobierno de Cabrera y Pardo llevan al desastre al sistema de medicamentos y de salud del país, porque otorgar monopolios a las farmacéuticas extranjeras es casi barrer con la industria de los genéricos en el país.