ultimahora.com.- La no conveniencia aún de que Paraguay se adhiera al llamado Protocolo
de Madrid (sistema internacional de solicitud para registrar una marca)
fue mencionada por el abogado colombiano Juan Carlos Cuesta,
especialista en el tema. El profesional brindará hoy una charla dentro
de una mesa redonda, a las 15.00, en el estudio Peroni, Tellechea, Sosa,
Burt & Narvaja (Eulogio Estigarribia 4846).
Organizado por la Asociación Paraguaya de Agentes de la
Propiedad Intelectual (Apapi), el evento pretende acercar a expertos en
el ramo y autoridades nacionales las desventajas de que países como
Paraguay adopten este Protocolo, porque finalmente solo beneficia a las
multinacionales que operan a grandes niveles, no así a las empresas
cuyas marcas locales quieran ser registradas y defendidas en el
exterior, según Cuesta.
“Desde el punto de vista de la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual (OMPI), es un negocio interesante hasta para las
empresas medianas y pequeñas, pero europeas, ya que las latinoamericanas
no llegan a esas dimensiones. El sistema garantiza el registro de
marcas para los extranjeros automáticamente si pasados los 18 meses de
haberse inscripto, nadie se haya pronunciado en contra. Se establece un
silencio administrativo a favor de aquellos, pero no ocurre lo mismo
para las marcas locales que quieran salir al exterior”, puntualiza el
especialista para Última Hora.
Al referir la experiencia
colombiana, dijo que hace cuatro años este país se adhirió al Protocolo
de Madrid (totalizan 98 las naciones que lo tienen como herramienta)
pero que frente a las 38.000 marcas cuyos registros fueron otorgados a
las empresas extranjeras que llegaron a Colombia, tan solo pudieron
salir 25 empresas locales con 88 registros internacionales. “El
empresariado local que usa esta herramienta (el Protocolo) no resulta ni
el 0,1% del total que es beneficiado”, explica.
Además,
dejaron de entrar al país cafetero unos USD 14 millones en concepto de
honorarios para abogados que pudieron haber realizado las gestiones, a
razón de un promedio de 350 dólares la gestión por cada registro de
marca. Esos recursos quedaron en los países desde donde se solicitaron
las inscripciones, según menciona.
Cuesta
no ve la conveniencia de que Paraguay se adhiera al Protocolo, porque
el mercado no está aún preparado, ya que significa también facilitar a
las multinacionales a introducir masivamente sus marcas, sin
contrapartida de la salida de las marcas locales con iguales
condiciones.