EEUU: feroz batalla judicial por patente de instrumento para modificacion genetica
Una revolucionaria técnica de modificación
del genoma enfrentó el martes ante un tribunal de Estados Unidos a un
dúo de reconocidas científicas con un joven investigador estadounidense
de origen chino.
Agencias.- La controversia por la patente, estimada
en millones de dólares, se dirime en la ciudad de Alexandria (Virginia,
este), sede de la oficina norteamericana de Patentes y Marcas (USPTO).
Por una parte están las dos mujeres, cuyos nombres suenan a menudo
para el Premio Nobel: la microbióloga Emmanuelle Charpentier, del
Instituto de Berlín Max Planck; y la bioquímica Jennifer Doudna, de la
Universidad de California en Berkeley.
Se enfrentan a Feng Zhang, del Instituto Broad, un organismo de
investigación afiliado a la Universidad de Harvard y al Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Estos destacados científicos reivindican la autoría de la patente
de un instrumento conocido con el acrónimo de CRISPR-Cas9, que
representa para la genética lo que en el pasado supuso el procesador de
textos para la tipografía.
Este instrumento permite editar el genoma de manera quirúrgica, para
tratar una zona específica del ADN cortando o insertando la secuencia
deseada.
Los cortes genéticos con CRISPR-Cas9 abren infinitos campos de aplicación en las áreas de la salud y la agricultura.
Los grandes laboratorios médicos y los gigantes de la biotecnología
ven en esto una potencial mina de oro; mientras que a otros les
preocupan las cuestiones éticas que plantea esta gran innovación.
- 2012, año clave -
Emmanuelle Charpentier, Jennifer Doudna y Feng Zhang se presentaron
el martes ante tres jueces en un tribunal, representados por equipos de
abogados de nivel, en una audiencia que concluyó en menos de 50 minutos.
Todo el mundo está de acuerdo en que las investigadoras, que han
ganado distinciones internacionales desde hace cuatro años, son las que
descubrieron la técnica de la "edición del genoma", un proceso que ha
despertado grandes esperanzas.
Su trabajo apareció publicado en la prestigiosa revista Science en junio de 2012.
Pero el trabajo describía la utilización de CRISPR en organismos
simples como las bacterias. Su solicitud para obtener la patente fue
registrada en mayo de 2012.
El Instituto Broad, con Feng Zhang, hizo la solicitud de patente en
diciembre de 2012 por la aplicación exitosa del CRISPR con células
eucarionte, que se caracterizan por la presencia de un núcleo.
Esta innovación abría grandes posibilidades para ampliar las modificaciones genómicas de las células humanas.
La cuestión frente a los jueces era si Feng Zhang aprovechó el
descubrimiento de Charpentier y Doudna y eso le permitió usar la técnica
CRISPR para dar su espectacular salto.
Células humanas
"El Doctor Zhang había iniciado sus investigaciones antes (de la
publicación de las científicas)", dijo Steven Trybus, abogado del
Instituto Broad.
El abogado observó, citando una entrevista de la investigadora, que
Jennifer Doudna "se encontró con muchos desengaños al aplicar su técnica
con células humanas".
Un presunto fracaso que el abogado de la Universidad de California intentó luego desmentir.
"Doudna dio cientos de entrevistas", aseguró Todd Walters. "Y no hay
una sola declaración de su parte en ese expediente que haga pensar que
ella haya creído que no funcionaría con las células eucarionte".
Los jueces podrían decidir que una de las dos partes robó el descubrimiento, o resolver concediendo patentes a ambas partes.
La fecha de la decisión es incierta, debido a la complejidad de la cuestión.
Cualquiera que sea la solución, el CRISPR-Cas9 está destinado a mantener a la genética en ebullición por mucho tiempo.