elconfidencial.- Si usted ha registrado alguna vez una marca o patente, esta historia
le resultará familiar. Muchos ciudadanos denuncian que tras efectuar un
registro en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), reciben
cartas, todas ellas de empresas ficticias, que piden un pago para incluir sus marcas en un nuevo registro, generalmente de índole internacional.
Se trata de una estafa que, lejos de ser nueva, es una vieja conocida de la OEPM que en las últimas semanas ha experimentado un nuevo pico de actividad. "Los estafadores van adaptando el fraude a lo largo de los años",
explican desde el organismo a este diario. El timo funciona así:
después de que una persona registre una marca, los datos
correspondientes al titular se incorporan a un buscador. Se trata de una
web accesible para cualquiera —estafadores incluidos— que pretenda
consultar el titular de la marca u otros datos sobre su registro. Con
respecto al 2015, el año pasado el registro de marcas aumentó un 2,41% siendo febrero y marzo los meses donde se registró una mayor actividad, según las estadísticas del organismo.
Dado que no hay forma de cuantificar este fraude, la OEPM detecta si los intentos de estafa aumentan o disminuyen en función de la cantidad de peticiones de información que reciben de los usuarios. Aún así, el goteo de llamadas, mails y tuits con dudas es constante.
Uno de las personas que más de cerca conoce el asunto es Enrique Astiz,
presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Industrial
(COAPI), quien confirma a este diario que se está estudiando la puesta
en marcha de diversas medidas para atajar el problema. "Se han pedido
informes a expertos y se van a llevar a cabo reuniones para ver qué
podemos hacer", explica. En su opinión, es necesario que todas las
partes implicadas trabajen de forma conjunta.
El Confidencial ha tenido acceso a algunas de esas misivas y a los variopintos nombres de los remitentes:
Registro Central de Empresas y de la Propiedad Industrial, European
Communities Trademark Filling Services, European Tradermarks, Worldwide
Database of Trademarks and Patents, etc. Son solo algunos ejemplos de la
larga lista de falsas mercantiles a la caza de unas cantidades que se
mueven en una horquilla que oscila desde los 100 a los miles de euros.
Además
de exigir el pago, los textos incluyen un número de cuenta y en
ocasiones la fecha límite para poder efectuar la transferencia. Una
trampa en la que, como confirman desde la OEPM, algunas personas han llegado a caer.
"Nosotros insistimos y recordamos a todo el mundo que si son cartas sin
nuestro membrete oficial, no tienen ninguna validez", señalan.
María, una autonóma de Madrid y Javier,
un empresario valenciano, han sido receptores de estas cartas y, aunque
no llegaron a 'picar', admiten que en un principio las cartas les
generaron dudas. "Era la primera vez que registraba una marca y no
conocía bien los procesos", explica María a este diario. "Cuando la
recibí creía que era auténtica, pero lo consulté con un abogado que me
alertó de la estafa".
Al cierre de este artículo, esta autónoma ha
recibido un total de dos misivas, ambas a los pocos días de efectuar el
registro. Por su parte, Javier también ha recibido dos cartas, aunque con un lapso de tiempo de un año entre ambas.
"Registré una marca a nivel nacional y a nivel europeo, creo que por
ese motivo la primera que recibí estaba en inglés", cuenta. "En ambas me
pedían cantidades cercanas a los 1.000 euros".
Una cifra similar fue la que le exigieron a Ricardo,
dueño de una papelería malagueña. "Me han llegado varias cartas, las
primeras pedían entre 800 y 900 euros, pero en la última la cifra
ascendía a 1.018 euros", cuenta a este diario por email. Al igual que
María o Javier, no llegó a picar el anzuelo de estos falsos registros.
Para Manuel Mínguez,
abogado experto en propiedad industrial e intelectual de Elzaburu &
Olleros, esta suerte de fraude epistolar forma parte de su día a día.
"Todas las semanas recibo dos o tres consultas relacionadas con el
tema", explica a este diario. "Es un problema conocido desde hace tiempo
que con internet se ha acentuado todavía más".
Además
de exigir el pago, las cartas incluyen un número de cuenta y en
ocasiones la fecha límite para poder efectuar la transferencia
La cuestión es, ¿cómo saber si estamos ante una comunicación oficial? Mínguez cita los tres únicos organismos oficiales en el sector: la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), la Oficina de Propiedad Intelectual
de la Unión Europea (Euipo) y la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual (WIPO). Dependiendo de si la marca es internacional o no, el
contacto se efectuará con unas o con otras.
Pese al atavismo de este fraude, la forma de operar de los estafadores dificulta su captura y no es fácil dar con ellos: "Suelen llevar a cabo la estafa con sociedades que están fuera de Europa pero que actúan dentro de ella",
explica el abogado. En este sentido, recuerda que los organismos
internacionales ya trabajan de forma conjunta con las oficinas
nacionales para frenar estas comunicaciones fraudulentas.
Aunque es difícil encontrar sentencias sobre este asunto, Mínguez recuerda una del pasado mes de junio —"podría decirse que pionera"—
en que cinco personas fueron condenadas en Suecia con penas de
privación de libertad por intento de estafa grave tras emitir facturas
falsas a "usuarios del sistema de marcas" de la Unión Europea. Aunque
todavía se han dictado muy pocas, este abogado se muestra esperanzado:
"Es un primer paso para poder acabar con este tipo de prácticas".