mundohispanico.- Las marcas extranjeras de automóviles han empezado a prepararse para
contrarrestar los ataques que pueden recibir del presidente Donald
Trump.
Hasta ahora, Trump ha concentrado sus críticas y amenazas en los tres
grandes fabricantes estadounidenses de automóviles: General Motors
(GM), Ford y Fiat Chrysler (FCA).
Pero de las marcas extranjeras que están instaladas en Estados
Unidos, sólo Toyota ha sido atacada por Trump a través de su arma
preferida, Twitter.
Todas han sufrido la ira de Trump por producir vehículos en México para luego exportarlos a México.
Sin embargo, ninguna de estas cuatro empresas es la que más vehículos
produce en el país vecino para luego exportar a Estados Unidos. Nissan
ocupa ese lugar y sin embargo ha sido ignorada hasta ahora por Trump.
Nissan tiene un planta de montaje en Cuernavaca, donde se producen
furgonetas como la NV200 y los autos Versa y Tsuru, y dos en
Aguascalientes, para producir Versa, Sentra, March, Note y Kicks.
En total, el fabricante japonés produce más de 800.000 vehículos al
año en México y exporta algo menos de la mitad de ellos a Estados
Unidos.
De hecho, de los más de 1,5 millones de vehículos que el grupo Nissan
vendió en Estados Unidos en 2016, casi una tercera parte de los
vehículos vendidos fueron importados de México.
Mazda, Honda, Volkswagen y Hyundai-Kia también han puesto en marcha
nuevas plantas de montaje en México en los últimos años. Y BMW, Volvo y
Toyota tienen previsto la entrada en funcionamiento de nuevas
instalaciones en 2018 y 2019.
Así que todos están preparándose para el momento en el que Trump se
centre en ellos. Por suerte, GM, Ford, FCA y Toyota parecen haber
encontrado la forma de calmar los ataques de ira del nuevo presidente
estadounidense: anunciar inversiones en Estados Unidos.
Eso es lo que han hecho especialmente Ford, FCA y Toyota. Ni siquiera
tienen que ser nuevas inversiones. Es suficiente que las empresas
anuncien de nuevo inversiones ya conocidas. Pero esos anuncios permiten a
Trump acudir a sus seguidores y presumir que son consecuencia de sus
amenazas.