Los datos sugieren, aparte de la aplicación de leyes antimonopolio, que
las patentes están actuando como “barreras tecnológicas al ingreso”,
manteniendo al margen a los posibles competidores.
(Bloomberg) La competencia en el mercado es algo
bueno. Precios bajos. Más innovación. Mejores bienes y servicios. Ahora
quizá tengamos demasiado de eso bueno, conforme las grandes
corporaciones engullen el pastel económico.
La concentración de mercado ha alcanzado el nivel más alto en tres
décadas y, desde finales de los años noventa, ha aumentado en más del
75% de las industrias estadounidenses, según un documento de trabajo
publicado la semana pasada por la Escuela de Negocios Booth de la
Universidad de Chicago.
La concentración del mercado es
la parte de los ingresos de un mercado, como el inalámbrico o el
automotor, que controlan los líderes del sector.
Al mismo tiempo, el gobierno federal ha llevado a la justicia un
número significativamente menor de casos antimonopolio, según el
documento, titulado “¿Hay un problema de concentración en Estados
Unidos?” En el 2014, el Departamento de Justicia no inició absolutamente
ninguna causa contra los monopolios e inició solo tres en 2015. Eso se
compara con 22 casos en 1994.
Gustavo Grullon, profesor de Finanzas de la Escuela de Negocios de
la Rice University y uno de los tres autores del libro, reconoció que no
puede inferir una relación causal entre la creciente concentración del
mercado y la disminución del número de casos antimonopolio, pero cree
que la correlación es lo suficientemente fuerte como para requerir “una
seria atención de los reguladores”.
Los otros dos autores son también profesores de escuelas de
negocios, de la Universidad de Cornell y de la Universidad de York, en
Canadá. Su investigación fue citada por una reciente columna de
inversión de The Wall Street Journal.
En el borrador más reciente del documento de trabajo, los
investigadores, que ya habían encontrado una creciente concentración en
el mercado, se propusieron determinar qué impulsa esa tendencia.
Los datos que descubrieron los llevaron a rechazar varias de sus
hipótesis, incluida la de que el alza se debió a la fusión de empresas
en industrias no rentables o en dificultades, como la editorial y los
textiles.
Los datos sugieren, aparte de la aplicación de leyes antimonopolio,
que las patentes están actuando como “barreras tecnológicas al ingreso”,
manteniendo al margen a los posibles competidores.
“Es un aspecto importante de la economía, y es responsabilidad de
los organismos averiguar si esto es un problema o no”, dijo Grullon.
Microsoft
Durante la presidencia de Bill Clinton, el Departamento de Justicia llevó a los tribunales un mayor número de casos de monopolio en el marco de la Sección 2 de la Ley Antimonopolio Sherman, de los cuales quizá el más notable fue el juicio por monopolio y prácticas anticompetitivas contra Microsoft Corp. en 1998.
Durante la presidencia de Bill Clinton, el Departamento de Justicia llevó a los tribunales un mayor número de casos de monopolio en el marco de la Sección 2 de la Ley Antimonopolio Sherman, de los cuales quizá el más notable fue el juicio por monopolio y prácticas anticompetitivas contra Microsoft Corp. en 1998.
En total, el Departamento de Justicia tuvo un promedio de alrededor
de 13 casos al año durante los dos mandatos presidenciales de Clinton.
Este período coincidió con una fuerte caída de la concentración del
mercado.
Bajo George W. Bush, el departamento promedió tres casos al año.
Como candidato, Barack Obama acusó a la administración Bush de ser
demasiado laxa en lo que respecta a la aplicación de la legislación
antimonopolio, pero no hubo represión durante su propio gobierno.
Por el contrario, el gobierno de Obama promedió solo dos casos
antimonopolio por año. Grullon dijo que la concentración del mercado
aumentó drásticamente en ambas presidencias.
Un caso importante de la Sección 2 fue la demanda del Departamento
de Justicia en 1909 contra Standard Oil, la compañía de John D.
Rockefeller, que finalmente obligó a la división de la empresa.