lanacion.- El
gobierno de Donald Trump continúa atento a la situación de la propiedad
intelectual en semillas en la Argentina, entre otros temas de derechos,
y, de hecho, identificó esta problemática en un reciente informe
oficial.
En
un escrito de 74 páginas, llamado "Special 301 Report" (Informe 301),
del 1° de junio pasado, la Oficina del Representante de Comercio de los
Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés), que interviene en el
ámbito del comercio recomendando políticas para el presidente, brinda un
panorama sobre diversos problemas de acceso de los Estados Unidos en
distintos mercados y, entre otros países, en sus páginas 51 y 52 se
detiene sobre la Argentina.
Allí sostiene que "la Argentina
continúa presentando desde hace mucho tiempo deficiencias" en la
protección y aplicación de la propiedad intelectual. Menciona que la
feria La Salada ofrece a la venta mercaderías "falsificadas".
Luego
señala que la innovación en industrias, como la química, farmacéutica y
de biotecnología, como la que se utiliza aplicada para el agro
"enfrenta desafíos". En este punto, en referencia a la biotecnología
agrícola avanza en un cuestionamiento a la resolución 283/2015 del
Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), que introdujo
modificaciones en las directrices de patentamiento.
En opinión del
sector industrial, esos cambios durante el gobierno anterior pusieron
condiciones más restrictivas en la forma en la cual se reconocen las
distintas construcciones genéticas en la biotecnología vegetal. Sobre
esto, el informe del USTR señala que "limita también la capacidad de
patentar innovaciones biotecnológicas basadas en la materia viva y las
sustancias naturales".
"Estas
medidas han interferido con la capacidad de las empresas que invierten
en la Argentina para proteger su IP (propiedad intelectual) y pueden ser
incompatibles con las normas internacionales", agrega el reporte
oficial.
Una fuente vinculada con la industria semillera coincidió
y agregó: "Claramente, este gobierno debería eliminarla si quiere
promover inversiones". Hay expectativa por la visita al país, sin fecha
por el momento, del secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur
Ross, ya que trascendió que estos temas vinculados con el agro estarán
en su agenda.
El informe también critica proyectos para modificar
la actual ley de semillas. La ley vigente, 20.247, fue sancionada en
1973, cuando la soja apenas existía (376.600 hectáreas, contra las casi
20 millones de hectáreas de hoy) y no había desarrollos de eventos
transgénicos en agricultura. Esa norma contempla que el productor pueda
hacer sin limitaciones el uso propio, la figura que le permite guardarse
como semilla parte de la cosecha para volver a sembrar.
Las
empresas insisten que debe limitarse ese uso propio y que se pague. El
Gobierno presentó en el Congreso un proyecto que dice que el productor
pagará por la tecnología incorporada en la semilla que se reserve para
uso propio durante los tres años siguientes a la compra. A partir del
cuarto año deja de pagar, si es que mantiene constante la cantidad de
hectáreas sembradas. Deja exentos del pago, entre otros, a los
agricultores anotados en el Registro Nacional de Agricultura Familiar
(Renaf). El sector industrial exige que los pagos deben ser por un plazo
mayor.
En tanto, entre otras propuestas, una iniciativa del
presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados, Gilberto Alegre,
propone que una sociedad de gestión colectiva público-privada cobre por
las regalías y reparta lo recaudado entre las empresas. Vale recordar
que en el Congreso hay nueve proyectos por semillas.
Según el
USTR, si bien pueden ser "bien intencionados" los proyectos, pueden
"afectar negativamente" para que se reconozcan los derechos de
propiedad intelectual. El informe concluye que los Estados Unidos
esperan "resultados tangibles, creando así un ambiente más atractivo
para la inversión y la innovación". Desde principios de año, entidades
del agro y de la industria vienen trabajando en la búsqueda de
consensos, entre otros temas, para limitar el uso propio y que se pague.