Agencia AFP.- La tecnología CRISPR-Cas9, utilizada para corregir genes
en embriones humanos por primera vez, está en el centro de una feroz
batalla de patentes en Estados Unidos con enormes implicaciones
financieras.
La pelea enfrenta
al dúo de la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense
Jennifer Doudna, con Feng Zhang, un estadounidense de origen chino. Los
tres son investigadores especializados en la "cirugía genética" con reputación internacional.
A mediados de
febrero, la Oficina de Patentes y Marcas (USPTO) estadounidense emitió
una decisión a favor del equipo de Feng Zhang, cerebro del Broad
Institute, un organismo que nace de la colaboración de la Universidad de
Harvard y del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Las mujeres
apelaron. Con numerosas distinciones y nombrada a menudo para los Nobel,
Charpentier está vinculada con el Max Planck Institute de Berlín.
Doudna, también galardonada, trabaja en la Universidad de California en
Berkeley.
A ambas se les
atribuye el descubrimiento de la técnica bautizada CRISPR-Cas9, una
suerte de tijeras moleculares que pueden eliminar partes no deseadas del
genoma de forma muy precisa para reemplazarlos con nuevos fragmentos de
ADN.
La tecnología
abre infinitos campos de aplicación en los terrenos de la salud, como lo
demuestra el estudio publicado el miércoles, pero también en el de la
agricultura para producir plantas modificadas genéticamente. Y pone en juego miles de millones de dólares.
El dúo
franco-estadounidense había presentado en mayo de 2012 una solicitud de
patente en la USPTO, describiendo un uso de CRISPR en organismos
simples.
Feng Zhang, por
su lado, aplicó CRISPR a células con núcleo (eucariotas), abriendo la
posibilidad de extender las modificaciones genómicas a las células
humanas.
Aunque fue el
segundo en hacerlo, el investigador del Broad Institute presentó su
solicitud de patente de acuerdo con un procedimiento acelerado y más
costoso y la consiguió primero. De allí el litigio ante la USPTO.
A mediados de
febrero, los jueces de la USPTO dictaminaron que la patente presentada
por Broad no causaba "interferencia" con la solicitud de patente más
amplia presentada por el dúo Charpentier-Doudna.
Resta saber cómo se articularán ambas patentes concretamente.
La situación
es más clara en la Unión Europea y Gran Bretaña, donde las autoridades
han concedido las patentes para la técnica de CRISPR solo al equipo de
ambas mujeres.
A finales de
junio, la oficina china de patentes siguió sus pasos, decidiendo que la
firma CRISPR Therapeutics, cofundada por Emmanuelle Charpentier, y las
dos start up creadas por Jennifer Doudna, Intellia y Caribou
Biosciences, podían solicitar las patentes para su método de edición genética en China.