elglobal.net.- El debate sobre la aplicación de la denominada cláusula de exportación o Bolar sigue sin resolverse en Europa. La patronal de la industria de medicamentos genéricos, biosimilares y de valor añadido europea, Medicines for Europe, ha lanzado un informe con los beneficios de la aplicación de esta medida en la Unión Europea. Lo hace precisamente cuando la dirección general de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión acaba de lanzar una consulta pública sobre la Renuncia de Fabricación del Certificado de Protección Suplementario (SPC).
El informe defiende los beneficios de la exportación temprana de estos fármacos a países no europeos donde no haya protección sobre ese medicamento, a pesar de que sí exista en Europa. Con la aprobación de esta normativa la patronal asegura que se crearían entre 20.000 y 25.000 puestos de trabajo adicionales en toda Europa hasta 2025 y se produciría un incremento en las ventas netas de entre 7.300 y 9.500 millones de euros para el mismo periodo.
Además, el informe de la patronal asegura que la aplicación de esta medida aportaría una entrada más rápida de la competencia genérica y biosimilar en la eurozona tras el vencimiento del SPC, lo que se traducirá automáticamente en un mayor acceso de los pacientes a estos medicamentos.
Por otro lado., esta iniciativa aportaría también ahorros significativos en toda la Unión Europea. En concreto, los ahorros se situarían entre los 1.600 y los 3.100 millones de euros. Además también se produciría un aumento en la venta de principios activos, que pasaría de los 211,8 millones de euros a los 254,3 para 2030.
En este sentido, el director general de Medicines for Europe, Adrian van den Hoven, asegura que el estudio realizado por la Comisión Europea “muestra los enormes beneficios que la exención de fabricación de SPC y la armonización de la cláusula bolar ofrecen a Europa en términos de empleo, fabricación y a la facturación de medicamentos”. La Comisión Europea, dice Van den Hoven, “ ahora debe legislar para que estas previsiones sean una realidad “.
Inicio del debate
El
debate sobre la aplicación de esta cláusula comenzó a coger fuerza en
junio de 2015, cuando el Parlamento Europeo votó favorablemente la
cláusula de exportación de genéricos y biosimilares incluida en el
informe ‘Estrategias para la protección y refuerzo de los derechos de
Protección Intelectual en terceros países”, redactado por la
eurodiputada Alessia Mosca.
De esta forma, el parlamento instaba a la Comisión Europea a posicionarse sobre la exportación temprana de estos fármacos a países no europeos donde no exista protección de patente alguna sobre el medicamento en cuestión, a pesar de que sí exista en Europa. En el texto sobre protección de la propiedad intelectual en terceros países, los eurodiputados también aludían a la necesidad de combinarla con garantizar el acceso a medicamentos genéricos en todo el mundo, teniendo en mente los intereses de los pacientes a la hora de aplicar las reglas de la propiedad intelectual al sector farmacéutico.
En España la patronal de medicamentos genéricos y de valor añadido (Aeseg) realizó una ponencia durante la Comisión de Industria donde se desarrollaba la Ley de Patentes que terminó por perderse en el olvido. En una primera instancia, la extinta Convergència i Uniò se comprometió a llevar esta petición en una enmienda pero, finalmente, no la incluyó en la legislación. Posteriormente, en su ratificación en el Senado, el Partido Socialista y el Grupo Mixto trataron de incluirla, pero la mayoría absoluta del Partido Popular en la Cámara consiguió tumbar la aprobación de esta medida.
De esta forma, el parlamento instaba a la Comisión Europea a posicionarse sobre la exportación temprana de estos fármacos a países no europeos donde no exista protección de patente alguna sobre el medicamento en cuestión, a pesar de que sí exista en Europa. En el texto sobre protección de la propiedad intelectual en terceros países, los eurodiputados también aludían a la necesidad de combinarla con garantizar el acceso a medicamentos genéricos en todo el mundo, teniendo en mente los intereses de los pacientes a la hora de aplicar las reglas de la propiedad intelectual al sector farmacéutico.
En España la patronal de medicamentos genéricos y de valor añadido (Aeseg) realizó una ponencia durante la Comisión de Industria donde se desarrollaba la Ley de Patentes que terminó por perderse en el olvido. En una primera instancia, la extinta Convergència i Uniò se comprometió a llevar esta petición en una enmienda pero, finalmente, no la incluyó en la legislación. Posteriormente, en su ratificación en el Senado, el Partido Socialista y el Grupo Mixto trataron de incluirla, pero la mayoría absoluta del Partido Popular en la Cámara consiguió tumbar la aprobación de esta medida.