Google quiere seguir limando cualquier posible infracción de patentes que nos devuelva a la tan odiosa guerra de patentes. Y lo último ha sido un acuerdo que, de paso, supone un nuevo acercamiento al mercado chino.
Por ello, para asegurar el holgado dominio de su plataforma en el mercado móvil, Google movió más de una ficha que le permitiera disponer de todas las licencias necesarias para Android. Así se entiende la compra de Motorola en 2011, para venderla poco después, o las alianzas selladas con Cisco, LG o Samsung, entre otros.
El último paso dado por los de Mountain View para reducir el potencial de litigios por infracciones de patentes tiene por protagonista a la china Tencent. Ambas firmas han alcanzado un acuerdo de licenciamiento de su propiedad industrial por un montante no determinado. Por el momento, lo único que se conoce por boca de Google es que este acuerdo “permitirá a las compañías de tecnología enfocarse en construir mejores productos y servicios para sus usuarios”.
Google quiere volver (pronto) a China
Tencent es el principal holding de medios de comunicación y servicios online de China, controlando desde la popular app de mensajería WeChat hasta las tiendas de aplicaciones móviles más populares del país, las plataformas de juego más concurridas o los servicios de livestream con más usuarios del Gigante Asiático.Este anuncio es extraordinariamente relevante para Google en tanto que se trata del primero de esta índole alcanzado con una compañía de aquel país. Un mercado muy tortuoso para la multinacional norteamericana, que ha tenido que enfrentarse a la censura oficial y al bloqueo de la tienda de Android, su motor de búsqueda o Gmail, entre otros servicios.
Pero parece que la postura de la compañía de Sundar Pichai está volviéndose un poco más flexible con el fin de acercar posturas con los reguladores locales y poder acceder a este enorme mercado sin explotar. Por ejemplo, el propio consejero delegado de la firma ha participado recientemente en conferencias organizadas por la entidad que gestiona la censura del país, así como se han anunciado inversiones recientes en forma de adquisiciones (Choshou) o de nuevos laboratorios dentro de esas fronteras (el último, uno dedicado a la inteligencia artificial) organizada por la Administración del Ciberespacio de China, que supervisa la censura en el país.