Mauricio Jalife.- De acuerdo a los números publicados por el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), en el comparativo que
arrojan los últimos 3 años, el total de patentes solicitadas por
mexicanos en nuestro propio país acusa una reducción preocupante.
Mientras que en el año 2015 los mexicanos presentamos 1,364 solicitudes de patente, el año siguiente bajó a 1,310, para en 2017 repuntar apenas a 1,334. Es decir, si comparamos la cifra de 2017, frente a 2015, hay una reducción mínima; la mala noticia es que, el estancamiento, que los números reportan, refleja que las empresas nacionales, las universidades y los centros de investigación no están generando los beneficios que los derechos de propiedad intelectual brindan en entornos de alta competitividad industrial.
Al revisar las cifras estado por estado, hay algunas sorpresas interesantes. La primera es el salto notable que Jalisco logra en cada período, pasando de 118 en 2015, a 152 en 2016 y llegando hasta 194 en 2017. Este crecimiento sostenido, de algo así como el 25% anual, revela claramente una consistencia en las políticas que están llevando los esfuerzos de investigación en la entidad a su materialización en patentes que la protejan. El primer gran hallazgo de estos números es que, el plan que Jalisco ha implantado desde hace algunos años para convertirse en un centro tecnológico orientado a la informática está empezando a ofrecer resultados y es una muestra que otras entidades del país podrían emular para producir tecnología propietaria.
El triste contraste de este logro se da con estados como Campeche, Guerrero y Tlaxcala, que en general no pasan de 3 solicitudes de patente por año, lo que acredita, no solo la ínfima actividad industrial en esos territorios, sino también la escasa cultura de Propiedad Intelectual, es decir, no solo no existe desarrollo de tecnología, ni siquiera básica o doméstica, sino que lo que posiblemente lo que se inventa no se protege por el desconocimiento de las bases del sistema. Mas allá de la ecuación inmediata que podría explicar este déficit bajo el simple razonamiento de la baja industrialización que los 3 estados padecen, es necesario indagar sobre otras variables que podrían incidir en la parálisis.
Otro dato relevante es el número de solicitudes presentadas en estos tres últimos años en el Estado de México y Nuevo León, que han reducido notablemente su participación, hasta en 40% en el periodo. En ambos casos se trata de polos industriales de México, por lo que no se explica fácilmente la reducción. En el caso de la Ciudad de México, que por razones obvias sigue siendo el líder con 333 solicitudes en 2017, la preocupación es que los números se repiten cada año, sin acusar ningún crecimiento.
De hecho, las 1,334 solicitudes de patente que entre todos los mexicanos presentamos en 2017 - que es de entrada una baja en relación a 2015-, solo representa el 7.7% del total de 17,184 solicitudes que son anualmente presentadas en el IMPI de todos los orígenes y nacionalidades existentes. Un número exiguo, cuando se verifica que, por ejemplo, la empresa de celulares china Huawei por si sola presentó 3,898 solicitudes internacionales.
Correo: mjalife@jcip.mx