baenegocios.- Luego que semanas atrás la Asociación de Productores de Soja y
Maíz del Estado de Mato Grosso (Aprosoja) iniciara una demanda
reclamando la nulidad de la patente de soja otorgada a la empresa
Monsanto, la Mesa de Enlace hará lo mismo ante el Instituto Nacional de
Propiedad Intelectual (INPI) a través de un reclamo administrativo
solicitando que revean la medida dado que consideran que la licencia fue
mal otorgada.
En Brasil esperan la respuesta de la compañía para que la
justicia defina su veredicto luego que las autoridades le dieran la
derecha a los denunciantes.
En 2015 la Sociedad Rural Argentina (SRA) le preguntó a Defensa de la
Competencia si realmente había o no una patente sobre la semilla
Intacta RR2 PRO otorgada a Monsanto. Ante el requerimiento el INPI
respondió que "no son patentables" los organismos vivos y que sólo
pueden ser objeto de protección "los microorganismos y el material
genético que ha sido modificado por el hombre, por lo cual no es posible
otorgar patente de invención sobre una semilla". Y sostiene, además, la
inserción de dos genes en la semilla de Monsanto.
Tras la respuesta todo volvió a foja cero y las entidades del campo
decidieron buscar un "consenso" a través de una ley de semillas que hoy
está en veremos.
Pero ante lo sucedido en Brasil, "el INPI debería dar paso a un
recurso administrativo porque la patente está mal dada", sostuvo el
presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa.
"Lo que sucede acá es que el INPI, no quiere reconocer que dio mal
una patente o en pocas palabras no quiere hacer una investigación
interna y esto es porque generará un precedente", dijo Chiesa quien
agregó: "que terminará siendo una decisión política porque se lo vamos a
decir al presidente Mauricio Macri en la próxima reunión".
Desde la SRA, su titular Daniel Pellegrina sostuvo que "se está
analizando lo que sucede en Brasil para entenderlo desde lo técnico dado
que se objeta la presencia de un gen como el caso en Argentina, y el
cual fue registrado también como una patente".
En la misma línea el presidente de la Federación Agraria Argentina
(FAA), Omar Príncipe adelantó que "la idea es elevarle el reclamo al
ministro Luis Miguel Etchevehere en la próxima reunión que sería en
marzo".
Por su parte Monsanto afirmó que las autoridades brasileñas emitieron
opinión antes de evaluar los argumentos de la empresa y aclararon que
el mismo no es "vinculante" que no hay "sentencia" alguna y que la
patente sigue "vigente". La justicia le dio tiempo hasta principios de
abril para responder a las preguntas.
Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, "no descartó ir a la
Justicia como sucede en el país vecino" aunque reconoció que espera "una
solución con una nueva ley de semillas que indique que se hace para
adelante y que se deja atrás".
Fuentes consultadas del INPI resaltaron que en la Argentina sólo se
recurre a la Justicia y que no habrá revisión alguna sobre la patente de
Monsanto.
Para Juan Iglesias, conocedor de la industria agroquímica, el
problema del INPI "es porque su titular no leyó la ley de patentes ni
tampoco la ley de procesos industriales y por eso no quiere discutirlo
públicamente". El Instituto, no quiso dar opinión al respecto.
Lo que sucede en Brasil no es un hecho menor. Se entiende también que
no habrá tal investigación en la Argentina. Pero el ruido está, la duda
está. La respuesta del INPI en el 2015 a la SRA está lleno de
ambigüedades. Quizás el Presidente pueda ayudar a aclarar el panorama.
Todos reclaman lo suyo. Unos quieren cobrar por su tecnología y otros
quieren pagar lo que es correcto.