baenegocios.- Ayer, con sólo la presencia de representantes de la
Federación Agraria Argentina (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas
(CRA), se buscó la forma de avanzar en el pedido de la nulidad de la
patente de soja otorgada a Monsanto por el Instituto Nacional de
Propiedad Intelectual (INPI). Sin embargo la ausencia de las demás
entidades dejo todo en suspenso y a la espera de la respuesta de los
presidentes rurales.
Los productores buscan hacerse eco de lo que sucede en Brasil, en
donde el INPI del vecino país apoyó el reclamo del campo y ahora será la
Justicia la que defina los próximos pasos. Desde la empresa informaron
en su momento que las autoridades brasileñas emitieron opinión antes de
evaluar los argumentos de la empresa y aclararon que el mismo no es
"vinculante" que no hay "sentencia" alguna y que la patente sigue
"vigente". La compañía tiene tiempo hasta principios de abril para
responder a las preguntas.
Por lo pronto las entidades locales no se ponen de acuerdo que hacer y
se plantean si vale la pena avanzar frente a los gastos que entienden
tendrán en la Justicia.
La Sociedad Rural Argentina (SRA) prefiere seguir investigando lo que
hicieron sus pares brasileños mientras que Coninagro, no acompañaría la
moción de las demás, dado que entiende que eso puede perjudicar que el
proyecto por la ley de semillas llegue este año al Congreso.
Desde el INPI, las fuentes consultadas volvieron a insistir que el
único camino es ir por la Justicia. Las dos entidades que estuvieron en
la reunión propondrán enviar pedidos sobre que otras empresas
solicitaron patentes. Quieren saber si realmente es por algo nuevo o se
trata de las mismas que ya están en el mercado.