La nueva ley de China
acaba con la transferencia forzada de tecnología de las empresas
extranjeras y defiende mejor los derechos de propiedad intelectual.
EFE.- La
Asamblea Nacional Popular (ANP) china aprobó una nueva ley unificada de
inversión extranjera, que recoge algunas de las demandas de Estados
Unidos y de Europa de cara a una competencia más equilibrada entre las
empresas foráneas y las nacionales en el gigante asiático.
Con
las negociaciones para intentar poner término a la guerra comercial
entre Washington y Pekín en su recta final, la nueva ley se ha aprobado
en un tiempo récord en un intento de China por satisfacer las exigencias occidentales de mayor apertura económica.
Aunque
la versión final del texto legal -aprobado por una aplastante mayoría
del 99% de los casi 3,000 miembros de la ANP- no se dio a conocer, los
borradores debatidos por el órgano legislativo establecen que a los
inversores extranjeros se les dará "un trato no menos favorable que el
que se le da a los inversores locales".
El
nuevo texto legal -que no entrará en vigor hasta el 1 de enero de 2020-
acaba además en principio con la transferencia forzada de tecnología,
que las empresas extranjeras estaban obligadas a ceder a sus socios
locales.
Asimismo,
se amplían los sectores de la economía china abiertos a la inversión
extranjera, aunque se mantienen vedados campos como la investigación y
el desarrollo, la energía, el sector financiero, la educación, las
infraestructuras, el cultivo agrícola, la pesca, gran parte de la
minería, las telecomunicaciones o la informática.
La
norma también promete defender mejor los derechos de propiedad
intelectual -una de las principales demandas de Estados Unidos- aunque
la ley sigue siendo muy poco detallada y solo se concretará en su
desarrollo por futuras normativas estatales o locales.
En
la rueda de prensa de clausura de la sesión anual de la ANP, el primer
ministro chino, Li Keqiang, aseguró que el nuevo texto -que unifica
otros tres existentes hasta ahora- se ha diseñado "para proteger los
derechos y los intereses de los inversores extranjeros y atraer más
inversión" al país.
Explicó
que el Ejecutivo introducirá "una serie de regulaciones y documentos"
para proteger los derechos e intereses de los inversores extranjeros y
"para garantizar la suave implementación de la ley".
Asimismo,
afirmó que las autoridades harán "revisiones sobre la protección de la
propiedad intelectual" e introducirán "un mecanismo de compensación para
las infracciones".
"El
Gobierno continuará persiguiendo reformas orientadas al mercado",
aseguró, y recalcó que la apertura es la "política nacional fundamental"
del país.
Li mostró su confianza en que China y Estados Unidos
puedan suavizar sus desacuerdos en las negociaciones comerciales y
alcancen resultados que permitan poner fin a la guerra arancelaria entre
las dos mayores economías del mundo.
Reconoció
que en los últimos meses sus relaciones han afrontado "problemas y
dificultades", pero insistió en que Pekín y Washington tienen interés en
"limar sus diferencias".
Preguntado
sobre la posibilidad de que las fricciones comerciales afecten a
terceros, como la Unión Europea (UE), Li aseguró que se trata de una
cuestión entre ambos países.
"No
la exportaremos a terceros países. Con respecto a la relación con la
UE, China es uno de los mayores países en desarrollo y Europa aglutina a
los países desarrollados. Esta relación interesa tanto a China como a
la UE y al mundo", señaló.
Dentro
de su objetivo de seguir potenciando las relación de Pekín con
Bruselas, el primer ministro explicó que el próximo mes visitará la sede
de la UE para participar en la cumbre China-UE.
"Durante los últimos años hemos tenido muy buena relación, hemos evitado diferencias y espero que sigamos así", dijo.
Tras
la aprobación de la ley, la Cámara de Comercio de la UE mostró su
esperanza en que la nueva norma "se respete a todos los niveles del
Gobierno y en todos los rincones del país".
En
un comunicado, el presidente de la Cámara, Mats Harborn, consideró que
"aunque no se han tenido en cuenta todas nuestras preocupaciones en esta
ley, es hora de pasar página" y recordó que "las compañías extranjeras
quieren igualdad de trato y oportunidades (con respecto a las chinas)
más que ninguna otra cosa".
No
obstante, la Cámara calificó de "preocupante" que en el texto final se
haya mantenido una cláusula que "permite que las cuestiones políticas
influyan en las relaciones entre el Estado y los inversores y se le
reserve a China el poder de tomar medidas unilaterales contra socios
comerciales y de inversión basándose en un principio de reciprocidad
negativa percibido".
"Su redacción vaga aumenta aún más la incertidumbre legal que la ley genera para las empresas extranjeras", afirmó Harborn.
En
la última sesión de la reunión anual de la ANP se aprobaron también los
presupuestos estatales y locales de China, además de los planes de
desarrollo económico y social para 2019.