Bruselas, (EFE).- Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Malta y Chipre
serían considerados paraísos fiscales si la Unión Europea (UE) aplicase a
sus Estados miembros los criterios que utiliza para elaborar su lista
negra, de la que solo forman parte terceros países, denunció hoy la
oenegé Oxfam en un informe.
La organización ha aplicado los baremos comunitarios a los 28 Estados
miembros de la UE y concluido que estos cinco incumplen el criterio que
exige no llevar a cabo prácticas fiscales perjudiciales, como facilitar
la creación de estructuras opacas o atraer beneficios al país que no
reflejen la actividad económica real en el mismo.
"La UE impone sus normas al mundo exterior, pero dentro de la UE hay
muchas prácticas tributarias perjudiciales que son legitimadas" y en el
caso de los cinco Estados identificados los convierten en "grandes
paraísos fiscales", dijo el autor del informe, Johan Langeroc.
Bélgica y Hungría se quedaron también cerca de entrar en este grupo, añadió.
Los Estados miembros cumplen los criterios de transparencia y respeto
de las normas internacionales para evitar la erosión de la base
imponible (BEPS) que exige la UE a terceros países, pero tienen
deficiencias en lo que se refiere a unas prácticas fiscales justas.
Los autores destacan que "atraen una cantidad desproporcionada de
beneficios" que trasladan las empresas buscando mejores condiciones
tributarias y subrayan que de los 600.000 millones de dólares (530.000
millones de euros) que las multinacionales llevaron a paraísos fiscales
en 2015, un tercio fue a paraísos dentro de la UE.
Un indicador de este tipo de prácticas es la desproporción entre el
nivel de inversión extranjera directa que recibe un país, donde el caso
más flagrante es de Luxemburgo: el volumen de inversión fue más de 8.000
veces el PIB del país, según el informe.
El Gran Ducado también favorece la creación de sociedades de cartera ("holdings"), según los autores.
Oxfam también señala como "extremadamente perjudicial" el denominado
"Patent Box", incentivos fiscales por la cesión de derechos ligados a
patentes, así como ciertas exenciones tributarias a la propiedad
intelectual que se dan en la mayoría de países europeos, incluida
España.
En la práctica, estos sistemas en principio destinados a potenciar
la investigación y el desarrollo, se traducen en una tributación muy
baja para las grandes multinacionales, por ejemplo para las
farmacéuticas en Bélgica, que pagan tasas entre el 5 y 6 %, explicó
Langeroc.
"Irlanda y Holanda dan incentivos a la propiedad intelectual. Irlanda
está convirtiéndose casi en Bermudas porque las tasas efectivas están
por debajo del 2 %", afirmó.
También las superdeducciones o los subsidios fiscales al I+D puede ser perjudiciales en términos tributarios, según Oxfam.
El informe llega en vísperas de que la semana que viene la UE
actualice la lista negra de paraísos fiscales que introdujo en 2017 y de
la que ahora solo forman parte Samoa Americana, Guam, Samoa, las Islas
Vírgenes estadounidenses y Trinidad y Tobago. EFE