El presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, vetó al gigante de telecomunicaciones chino Huawei de manera
inmediata tras firmar un decreto el 15 de mayo que
declara como emergencia nacional la participación de una empresa
extranjera adversa en las redes de comunicaciones, tecnología y
servicios.
El decreto, llamado Protección
a la cadena de suministro de las tecnologías de información y
comunicaciones y de servicios, evita cualquier involucramiento
extranjero en las redes de cualquier operadora del país y se da tras
los rumores de que Trump podría vetar a Huawei
esta semana.
"El decreto prohíbe transacciones que involucren tecnologías de
información y de comunicaciones o servicios diseñados, desarrollados,
producidos o suministrados por personas propiedad de, controlados por, o
sujetos a la jurisdicción u órdenes de un adversario extranjero en
cualquier momento en que el secretario de Comercio determine que alguna
transacción podría representar una amenaza a la seguridad nacional",
dice el Departamento de Comercio de Estados Unidos en un comunicado.
El
jueves 16 de mayo, al día siguiente de la firma del decreto, la
compañía china emitió un comunicado oficial mediante el que se declaraba
en contra de la medida tomada por el Departamento de Comercio de
Estados Unidos.
"Esta decisión no ayuda a nadie. Causará daño
económico significativo a las compañías estadounidenses con las que
Huawei tiene relaciones comerciales, afecta a decenas de miles de
empleos en Estados Unidos e interrumpe la actual colaboración y
confianza mutua que existe en la cadena de suministro global", dice el
comunicado.
Asimismo, Huawei dijo que buscará una resolución al
problema lo antes posible y declaró que se esforzará "proactivamente
para mitigar los impactos de este incidente".
El decreto se dio luego de que Estados Unidos demandara a la empresa en
enero pasado, asegurando que Huawei conspiró para robar propiedad
intelectual de T-Mobile y luego obstruyera la impartición de justicia,
además de otros 13 cargos diferentes en contra de la compañía y su
presidenta financiera Meng Wanzhou.
El gobierno de Trump ha también, supuestamente, presionado a sus aliados para que veten a Huawei con base en los supuestos vínculos de la empresa con el gobierno chino.
El gobierno australiano vetó a Huawei en agosto del año pasado.
El
Departamento de Comercio de Estados Unidos emitirá regulaciones para
implementar el decreto de Trump durante los próximos 150 días.
Al
juzgar si la participación de una empresa extranjera es una amenaza para
la seguridad nacional, el secretario de Comercio consultará con el
procurador general; los secretarios de Hacienda, Estado, Defensa y
Seguridad Nacional; el representante comercial de Estados Unidos; el
director de inteligencia nacional; el administrador de servicios
generales; el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, y los
jefes de otras agencias competentes.
Todos los funcionarios
mencionados informarán al presidente en un año sobre si las acciones del
decreto son suficientes y deberán mantenerse.
Antes de eso, el
secretario de Comercio deberá presentar un informe ante el Congreso
sobre la emergencia nacional mencionada en el decreto, junto con una
evaluación del director de inteligencia nacional en un lapso de 40 días.
El
secretario de Seguridad Nacional, asimismo, debe preparar una
evaluación por escrito sobre las vulnerabilidades de hardware, software y
servicios que podrían amenazar la seguridad de Estados Unidos en un
plazo de 80 días.
El presidente de la FCC, Ajit Pai, dio la
bienvenida a la medida y señaló las amenazas de "ciertos equipos y
servicios de compañías extranjeras".
"Proteger las redes de
comunicaciones de Estados Unidos es vital para nuestra seguridad
nacional, económica y personal", dijo Pai. "Este es un paso
significativo hacia la protección de las redes del país".
Huawei, por su parte, ha interpuesto una demanda contra Estados Unidos por prohibir sus dispositivos, según anunció la empresa en marzo.