Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS
Desde estas organizaciones, se denunciaba antes de la firma del acuerdo que algunos medicamentos tienen precios exorbitantes,
a pesar de que a menudo se desarrollan con fondos públicos, y que los
servicios sanitarios de los países a menudo pagan demasiado, ya que negocian los precios sin saber cuál es el coste del tratamiento a desarrollar.
“No estamos hablando de una revolución para el sector, estamos
hablando de fijar un precio justo de acuerdo con lo que se ha invertido.
¿Por qué debería ser diferente para la industria farmacéutica que en
otros sectores?”, señalaba la pasada semana Patrick Durisch, de Public Eye, una organización suiza sin ánimo de lucro.
Por su parte, las compañías farmacéuticas argumentan que la información del coste es un secreto comercial;
y que los nuevos medicamentos deben tener un precio de acuerdo con los
beneficios que brindan a los pacientes, independientemente de los costos
de producción y desarrollo. El objetivo de este secretismo es
garantizar que “las empresas tengan un incentivo comercial para hacer
frente a la enfermedad”.
Compartir información entre Estados
Un borrador anterior del texto habría otorgado a la OMS poderes explícitos para recopilar y analizar datos sobre
los precios de adquisición y los costos de los ensayos clínicos. Pero
esa redacción se omitió de un borrador publicado este martes. Así, el comité de la OMS adoptó por consenso,
“después de una larga negociación”, y justo a tiempo para que fuera
considerado dentro de la asamblea anual que acaba este martes.
El texto acordado, que fue propuesto inicialmente por Italia, “insta a los Estados miembro de acuerdo con sus marcos legales y contextos nacionales y regionales a compartir públicamente información sobre precios netos y apoyar la difusión y la mayor disponibilidad de datos”.
Los Estados miembro de la OMS también se comprometen a apoyar la difusión de información sobre los costos de los ensayos clínicos, si ya está disponible públicamente o se proporciona voluntariamente, independientemente del resultado del ensayo.
Monitorear el impacto de la transparencia por parte de la OMS
Al respecto, el jefe del grupo de la campaña de transparencia,
Knowledge Ecology International, James Love, ha calificado la resolución
como un “comienzo sólido” para abordar el problema,
pero ha añadido que el texto hizo “bailes torturados en torno a los
costos de investigación y desarrollo”.
Según explica en su cuenta de Twitter, todo lo relacionado al control de costes en ensayos clínicos, “será visto por la industria como un lenguaje que hace que estos datos sean información confidencial”.
El acuerdo también obligará a la OMS a monitorear el impacto de la transparencia en los precios
y a continuar apoyando a los gobiernos con ayuda en la fijación de
precios en políticas y datos de transparencia. “En general, la
resolución es, como se esperaba, más débil que la versión del texto publicada el 20 de mayo,
pero representa una declaración impresionante sobre la transparencia de
precios, en un momento en el que los acuerdos de no divulgación se han
vuelto cada vez más comunes”, concluye Love.