RT.- El Senado de México prepara la promulgación de una ley para poner fin
al plagio de diseños creados por indígenas mexicanos por parte de compañías nacionales e internacionales.
La iniciativa pretende hacer frente a un fenómeno detectado a lo largo
de los últimos años, y que afecta a diversos territorios de América
Latina: grandes marcas textiles utilizan ideas estéticas originadas en
contextos indígenas –algunas de ellas con un hondo significado identitario–, para elaborar diseños muy similares y comercializarlos como propios.
Al menos ocho compañías textiles, entre las que se encontraban firmas internacionales tan populares como Zara o Mango, plagiaron diseños de comunidades indígenas de Oaxaca, Chiapas e Hidalgo entre 2012 y 2017, de acuerdo con la ONG Impacto.
El Senador del partido Morena Ricardo Monreal sugirió que la tramitación de la nueva normativa podría agilizarse "en el período extraordinario, el 18, 19 y 20 de junio", ya que, en su opinión, "eso ya no puede esperar más".
Un polémico acto de apropiación cultural
Este
tipo de plagios reabren un debate frecuente en la actualidad, que gira
en torno a las implicaciones éticas del uso de unos determinados
elementos culturales por parte de miembros de otra cultura diferente.
Apropiación cultural en @ZARA cobrando el doble de lo que cobra una artesana indígena mexicana y usando sus diseños #ComercioJusto#propiedadintelectual#indigenas#mujeres#Mexicopic.twitter.com/rh4al8seD3— Carolina Pimentel (@_carrotina_) 11 de mayo de 2019
La llamada apropiación cultural presenta en
este caso una grado mayor de controversia, al formar parte
de operaciones comerciales con evidente ánimo de lucro y sin
reconocimiento de la propiedad intelectual original.
Marcas francesas como Christian Dior y Hermes, la mexicana That’s It, la estadounidense Forever 21, la indonesia Batik Amarillis, la española Intropia o las británicas Star Mela y Marks and Spencer
han comercializado productos claramente inspirados en diseños
indígenas, pero ninguna de ellas ha reconocido el trabajo creativo a las
comunidades, ni han colaborado con ellas en forma alguna.
#NoAlPlagio— Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (@FundacionAHHO) 2 de marzo de 2017
Pronunciamiento de comunidad de San Juan Bautista Tlacoatzintepec por plagio de marca española Intropia a diseños de su huipil pic.twitter.com/USU0Q5xiKr
Tras esta serie de plagios, cada vez son más las acciones defensivas
por parte de colectivos y activistas en favor del respeto a la
propiedad intelectual de las organizaciones indígenas. Aunque la
estructura legislativa es aún incipiente, gracias a este tipo de
iniciativas se están cosechando los primeros éxitos.
El pueblo guna vs Nike
Otras
comunidades indígenas fuera de México también se han visto afectadas
por esta práctica comercial de dudoso fundamento ético. Recientemente,
la empresa multinacional Nike canceló
el lanzamiento de la edición especial de las zapatillas Nike Air Force 1
para Puerto Rico, a causa de los reclamos del pueblo amerindio guna,
nativo de Panamá.
La reacción del colectivo fue provocada por un diseño parecido a la mola, forma de arte textil ancestral del pueblo reconocida como propiedad intelectual por el Gobierno de Panamá.
Demandas a nivel internacional
En entrevista con RT, Jesús Amadeo Martínez,
consejero mayor del Consejo Indígena de Centroamérica, señaló que
"aunque existan leyes, [los grandes fabricantes] las violentan, y al
final los pueblos indigenas seguimos en la misma situación".
Por
esa razón, este activista defensor de las comunidades indígenas
considera necesario trascender el marco legal de los estados nacionales
"para poner demandas a nivel internacional".
En
este sentido, pone como ejemplo el mencionado éxito del pueblo guna,
caso del que también destaca el considerable apoyo internacional
recibido gracias a la "presión en las redes sociales".