Sin embargo, el cargo por deterioro de 4,000 millones de dólares (mdd)
de Stemcentrx no fue suficiente para disuadir a AbbVie, que
recientemente anunció la adqui¡sición por 63,000 mdd del fabricante de
botox Allergan.
Mientras que las acciones de AbbVie se encuentran bajo presión desde
que se anunció el acuerdo, los analistas dicen que la búsqueda de la
industria de la próxima medicina que genere ganancias, a medida que
expiran las protecciones de patentes, significa que cualquier revés se
consigna rápidamente en la historia.
De hecho, la inclinación de AbbVie por Allergan es la última de una
ola de enormes negociaciones del sector farmacéutico este año, que
Bristol-Myers Squibb comenzó en enero con una oferta de 74,000 mdd por
Celgene.
El Dato.
7.6
de las fusiones y adquisiciones en el mundo fueron de la industria farmacéutica
El imperativo de reconstruir su oferta de medicamentos es
especialmente urgente para AbbVie, que perderá la exclusividad de
Humira, un medicamento contra la artritis que es la medicina con receta
más vendida en todo el mundo.
Seguir “impulsando el crecimiento de los ingresos brutos, cuando las
patentes expiran, es muy difícil de lograr…. pero esto no impedirá que
las compañías farmacéuticas lo intenten”, dice John Rountree, socio de
Novasecta.
Por su parte, Anthony Hartley, jefe de banca de inversión en atención
de la salud en Europa, Medio Oriente y África de Citi, señala que el
fenómeno de las “megafusiones” farmacéuticas es relativamente reciente.
Hasta la década de 1990, las compañías del sector solían ser más
pequeñas “y muy pocas contaban con lo que ahora llamamos medicamentos de
gran venta”, dice Hartley. Solo cuando las patentes comenzaron a
agotarse en la primera generación de este tipo de medicamentos hace una
década, surgió la primera ola concertada de fusiones y adquisiciones a
gran escala.
Hubo varios acuerdos enormes en 2009, entre ellos, la compra de Wyeth
por parte de Pfizer; la de Schering-Plough por Merck, y la que llevó a
cabo Roche de Genentech. En general, las compañías farmacéuticas
representaron 7.6% de las fusiones y adquisiciones globales, de acuerdo
con los datos que proporcionó Dealogic.
Al menos por una métrica, estos acuerdos demostraron ser negativos
para las compañías involucradas. Michael Levesque, vicepresidente senior
de la agencia calificadora Moody’s, dice que en cada caso, las fusiones
llevaron a una degradación en la calificación crediticia de las
empresas que realizaron la compra, de las cuales ninguna se recuperó por
completo.
Aunque las afirmaciones audaces sobre el aumento del desempeño de la
investigación y el desarrollo a menudo acompañan los anuncios de una
fusión, tal retórica no siempre corresponde a lo que pasa después.
Jack Scannell, analista de UBS, que publicó extensamente sobre los
problemas de productividad del sector, dice: “El consenso de la
industria es que las fusiones a menudo demostraron ser perjudiciales
para la investigación y el desarrollo”.
Señaló la fusión, hace casi 20 años, de Glaxo Wellcome con SmithKline
Beecham, con la que se creó al gigante global GSK, que demostró que “el
proceso no era tan fácilmente ‘industrializable’ como pensaba la gente,
y que unir a dos organizaciones de investigación y desarrollo no
produjo una gran cantidad de ganancias y sinergias”.
Niamh Dawson, directora del Boston Consulting Group, argumenta que
ese tipo de acuerdos suelen ser significativamente más complejos que los
de otras industrias.
Ella destaca la fusión en 2011 del gigante farmacéutico francés
Sanofi con Genzyme, como ejemplo de un acuerdo que tuvo éxito, porque
los líderes tenían una visión clara de cómo se crearía el valor, algo
que no siempre se da en una megafusión de este sector.
Sanofi “tomó rápidamente el control”, identificando la necesidad de
abordar los problemas de calidad en la fabricación e integrando los
departamentos generales y administrativos de la compañía.
La empresa farmacéutica también proporcionó “una visión a largo plazo
de lo que Genzyme representaría dentro de Sanofi”, protegiendo y
reforzando su cultura, agrega Dawson.
Un aspecto sorprendente de las grandes fusiones es la falta de
competencia por los activos, con un solo comprador dispuesto en la
mayoría de los casos. Hartley, de Citi, sugirió que esto refleja la
forma actual de la industria, ya que las empresas que alguna vez
estuvieron “más enfocadas de manera general”, se volvieron cada vez más
especializadas.