lunes, 8 de julio de 2019

Farmacéuticas están en crisis por el vencimiento de las patentes


Sarah Neville.-El grupo farmacéutico AbbVie comenzó el año con una lección sobre los peligros de las negociaciones, ya que se depreció el valor de la adquisición en 2016 del desarrollador de terapias contra el cáncer, Stemcentrx


 Sin embargo, el cargo por deterioro de 4,000 millones de dólares (mdd) de Stemcentrx no fue suficiente para disuadir a AbbVie, que recientemente anunció la adqui¡sición por 63,000 mdd del fabricante de botox Allergan.
Mientras que las acciones de AbbVie se encuentran bajo presión desde que se anunció el acuerdo, los analistas dicen que la búsqueda de la industria de la próxima medicina que genere ganancias, a medida que expiran las protecciones de patentes, significa que cualquier revés se consigna rápidamente en la historia.
De hecho, la inclinación de AbbVie por Allergan es la última de una ola de enormes negociaciones del sector farmacéutico este año, que Bristol-Myers Squibb comenzó en enero con una oferta de 74,000 mdd por Celgene.
El Dato.
7.6
de las fusiones y adquisiciones en el mundo fueron de la industria farmacéutica
El imperativo de reconstruir su oferta de medicamentos es especialmente urgente para AbbVie, que perderá la exclusividad de Humira, un medicamento contra la artritis que es la medicina con receta más vendida en todo el mundo.
Seguir “impulsando el crecimiento de los ingresos brutos, cuando las patentes expiran, es muy difícil de lograr…. pero esto no impedirá que las compañías farmacéuticas lo intenten”, dice John Rountree, socio de Novasecta.
Por su parte, Anthony Hartley, jefe de banca de inversión en atención de la salud en Europa, Medio Oriente y África de Citi, señala que el fenómeno de las “megafusiones” farmacéuticas es relativamente reciente.
Hasta la década de 1990, las compañías del sector solían ser más pequeñas “y muy pocas contaban con lo que ahora llamamos medicamentos de gran venta”, dice Hartley. Solo cuando las patentes comenzaron a agotarse en la primera generación de este tipo de medicamentos hace una década, surgió la primera ola concertada de fusiones y adquisiciones a gran escala.
Hubo varios acuerdos enormes en 2009, entre ellos, la compra de Wyeth por parte de Pfizer; la de Schering-Plough por Merck, y la que llevó a cabo Roche de Genentech. En general, las compañías farmacéuticas representaron 7.6% de las fusiones y adquisiciones globales, de acuerdo con los datos que proporcionó Dealogic.
Al menos por una métrica, estos acuerdos demostraron ser negativos para las compañías involucradas. Michael Levesque, vicepresidente senior de la agencia calificadora Moody’s, dice que en cada caso, las fusiones llevaron a una degradación en la calificación crediticia de las empresas que realizaron la compra, de las cuales ninguna se recuperó por completo.
Aunque las afirmaciones audaces sobre el aumento del desempeño de la investigación y el desarrollo a menudo acompañan los anuncios de una fusión, tal retórica no siempre corresponde a lo que pasa después.
Jack Scannell, analista de UBS, que publicó extensamente sobre los problemas de productividad del sector, dice: “El consenso de la industria es que las fusiones a menudo demostraron ser perjudiciales para la investigación y el desarrollo”.
Señaló la fusión, hace casi 20 años, de Glaxo Wellcome con SmithKline Beecham, con la que se creó al gigante global GSK, que demostró que “el proceso no era tan fácilmente ‘industrializable’ como pensaba la gente, y que unir a dos organizaciones de investigación y desarrollo no produjo una gran cantidad de ganancias y sinergias”.
Niamh Dawson, directora del Boston Consulting Group, argumenta que ese tipo de acuerdos suelen ser significativamente más complejos que los de otras industrias.
Ella destaca la fusión en 2011 del gigante farmacéutico francés Sanofi con Genzyme, como ejemplo de un acuerdo que tuvo éxito, porque los líderes tenían una visión clara de cómo se crearía el valor, algo que no siempre se da en una megafusión de este sector.
Sanofi “tomó rápidamente el control”, identificando la necesidad de abordar los problemas de calidad en la fabricación e integrando los departamentos generales y administrativos de la compañía.
La empresa farmacéutica también proporcionó “una visión a largo plazo de lo que Genzyme representaría dentro de Sanofi”, protegiendo y reforzando su cultura, agrega Dawson.
Un aspecto sorprendente de las grandes fusiones es la falta de competencia por los activos, con un solo comprador dispuesto en la mayoría de los casos. Hartley, de Citi, sugirió que esto refleja la forma actual de la industria, ya que las empresas que alguna vez estuvieron “más enfocadas de manera general”, se volvieron cada vez más especializadas.