TN.-Las imágenes y obras de arte generadas por herramientas de inteligencia artificial no están protegidas por la ley de derechos de autor en Estados Unidos.
Así lo dictaminó un fallo de la jueza federal Beryl A. Howell, que determinó que la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU. tenía razón al denegar la protección legal a una obra creada totalmente sin intervención humana.
De esa manera, la sentencia se convierte en valiosa y fundamental jurisprudencia para futuras disputas legales sobre la propiedad intelectual de los trabajos realizados por las herramientas de generación de imágenes con inteligencia artificial.
El caso, al que hace mención del fallo de la jueza del Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito de Columbia, comenzó a principios de 2022 con una demanda presentada por Stephen Thaler, dueño de un software llamado Creativity Machine, sobre una pieza visual generada con IA.
Thaler intentó conseguir los derechos de autor de una obra de arte digital titulada Una entrada reciente al paraíso. La composición mostraba una colorida vista de unas vías de tren rodeadas de flores violetas. La obra había sido creada con el programa de Thaler, quien quería adjudicarse la propiedad intelectual de la imagen.
El programador explicó que como él era el creador y dueño del software que generó la obra, los derechos se le deberían transferían a él.
Sin embargo, la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU., agencia del gobierno encargada del registro de obras, rechazó la solicitud de Thaler, y argumentó que la imagen carecía de autoría humana, por lo que no era registrable.
La decisión de la agencia fue confirmada esta semana por la jueza Howell, quien explicó que el arte generado por este tipo de tecnología no puede ser protegido bajo los derechos de autor: “La creatividad humana es la condición sine qua non en el núcleo de la propiedad intelectual, incluso cuando se canaliza a través de nuevas herramientas o hacia nuevos medios”, señaló en su fallo.
Al mismo tiempo, sin embargo, Howell expresó: “Sin duda, nos estamos acercando a nuevas fronteras en los derechos de autor a medida que los artistas utilicen cada vez más las herramientas de inteligencia artificial”.