Por Patricia Martino/Agroclave.-La propiedad intelectual desempeña un rol fundamental en el sistema universitario dado que impulsa el desarrollo tecnológico, la innovación y la transferencia de conocimientos hacia la sociedad y el sector productivo. Y las universidades, como generadoras de conocimiento, promueven la protección de los resultados de las investigaciones. En Santa Fe la biotecnología es una de las áreas que lidera el patentamiento en el seno de las altas casas de estudio.
Desde la Universidad Nacional del Litoral (UNL), con la intención de relevar la actividad de patentamiento por parte de las Instituciones de educación superior que integran el Consejo Interuniversitario Nacional se desarrolló un informe que detalla la actividad de patentamiento de todas las instituciones, su evolución histórica, las áreas tecnológicas en los que se patenta y los países donde protegen sus desarrollos. Se incluyó, además, un detalle pormenorizado de las 11 instituciones que cuentan con mayor cantidad de invenciones protegidas históricamente. Una de las conclusiones más relevantes: con 116 patentamientos la Universidad Nacional del Litoral (UNL) aparece primera en un ránking de 34 casas de estudios superiores. Una realidad que en el actual adverso contexto para las universidades, y políticas nacionales en contra, se busca sostener.
El estudio “Actividad de patentamiento en el sistema universitario argentino: Investigación, desarrollo e innovación”, realizado por los investigadores especializados en patentes de invención Romina Serrano, agente de propiedad industrial y coordinadora del área de Información Tecnológica del Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación (Cetri) Litoral de la Secretaría de Vinculación Tecnológica e Innovación de la UNL, y Javier Varisco, también del área de vinculación tecnológica de la UNL y hoy IP Manager en Moolec Science, reveló cuáles son las universidades nacionales con mayor peso en el patentamiento de innovaciones tecnológicas, en áreas claves como biotecnología y medicina. La Universidad Nacional del Litoral encabeza el ranking y es líder en el desarrollos de las áreas de producción agropecuaria, salud, biotecnología y nanotecnología a nivel nacional.
El informe revela que la Universidad Nacional del Litoral cuenta con 116 patentamientos, luego sigue la Universidad de Buenos Aires con 107 patentes por desarrollos tecnológicos. Con menos de 60 patentes aparecen la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Universidad Nacional de La Plata, de Córdoba (UNC) y de Mar del Plata (Unmdp). En tanto, con menos de 30 patentes se ubican universidades más jóvenes como la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
Transferencia tecnológica
Cetri Litoral, institución que llevó adelante el estudio, cumplió 30 años hace unos pocos días. El 15 de marzo de 1994 es la fecha tomada como hito de la puesta en marcha del Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación; aunque el trabajo en estas áreas data de más tiempo en la UNL.
Sebastian Ulises Rossin, director del Cetri Litoral, contó que este espacio tiene por objetivo facilitar los procesos que permitan que el conocimiento generado en el ámbito de la UNL sea apropiado por el medio y contribuya al desarrollo productivo y social. “Son 30 años de una política sostenida en materia de vinculación tecnológica con un propósito muy claro que es incentivar y facilitar que la ciencia y los desarrollos científicos lleguen a la sociedad, mejoren la calidad de vida, aumenten la productividad”, relató el director del Cetri.
En el informe realizado por el centro —que tomó en cuenta los datos correspondientes a solicitudes de patentes presentadas en Argentina entre 2021 y 2022— se explica que los diversos mecanismos de la propiedad intelectual son herramientas útiles para potenciar los procesos de valorización y transferencia de conocimientos. “Más allá de los números específicos, vemos la enorme producción científica que hay en Argentina y esto asociado a la enorme oportunidad que tiene nuestro país de ser más competitivo, más resiliente a la coyuntura local. Nuestros investigadores están básicamente todo el tiempo pensando y buscando alternativas de futuro, que mejoren nuestra prospectiva como comunidad”, apuntó Rossin.
Serrano explicó que el mayor área tecnológica de todas las instituciones universitarias es básicamente la industria biotecnológica y también lo que es el área de medicamentos, de farmacéutica. “Esos son los principales campos donde se desarrolla actividad científica y donde se decide proteger también los resultados, como elemento para facilitar los procesos de transferencia”, señaló.
Hoy es un momento complejo para “facilitar el conocimiento transversal desde la academia o desde cualquier sector que produzca conocimiento hacia los sectores que generan riqueza, los sectores que generan empleo de calidad” pero la apuesta en ese sentido sigue firme. “Nosotros como universidad ya hace mucho tiempo hemos decidido tener políticas propias, obviamente como parte del sistema nacional y teniendo presupuesto del Tesoro, dependemos fuertemente de él, pero en estos 30 años construimos una visión a largo plazo ahora”, indicó Rossin al tiempo que agregó que “estamos ante una situación en la que ni siquiera sabemos cómo va a ser el trabajo de la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología y ante una situación compleja presupuestaria tanto el sistema universitario como Conicet que por el momento obliga a repensar estrategias trazadas”.
En ese sentido, dijo: “Como Universidad del Litoral decidimos no doblegar ninguna de las actividades ni servicios que prestamos. Seguimos tratando de fortalecer la patentabilidad de los resultados de nuestros investigadores, de hacer aún más marketing tecnológico mostrándoles a las empresas las potencialidades o atendiendo sus demandas. Cuánto tiempo lo podemos hacer la verdad que es una incógnita, pero iremos hasta lo más que podamos en pos de esto”.
En materia de ciencia y tecnología, lo que se deja de hacer es muy complejo de recuperar. “Es muy difícil volver a armar la rueda rápidamente, dntonces el gran desafío es soportar la coyuntura. La respuesta que dio el sistema científico en una época tan compleja como la pandemia no fue una cuestión de en ese momento, fue el resultado de años y años de gente que pasó y dejó su granito de arena para que eso suceda”, relató.
En este escenario, Rossin habló del papel del Cetri. “Siempre contamos que uno de las primeras empresas de base tecnológica naciente en nuestro país es Zelltek, que nace de la Universidad Nacional del Litoral y durante muchos años exportaron desde el Parque Tecnológico Litoral Centro sus productos. Es una empresa biotecnológica que genera mucho valor agregado”.
Sobre la forma de trabajo en el ámbito de la universidad, que logró uno de los hallazgos más destacados para el sector agropecuario, de la mano del equipo de trabajo de Raquel Chan y su investigación sobre el gen tolerante a sequía, Rossin habló de que “la patente es una herramienta más dentro del proceso de valorización de una tecnología”. También a partir de capacidades de algún área específicamente se puede hacer la transferencia de un know how
“Hoy en la Universidad Nacional del Litoral hay vinculación tecnológica no solo del Cetri sino también desde los programas de emprendedores, de desarrollo de startups, estas empresas tecnológicas de perfil global que nacen mirando el mundo y en la que nuestros jóvenes empiezan a pensar cómo armar un negocio resiliente a los vaivenes de la economía locales”, resaltó.
Uno de los más recientes spon off de la universidad es BioSynaptica, que busca soluciones para el Alzheimer. También aparece Infira, que trabaja con el desarrollo o la transformación genética de las plantas buscando que produzcan más, que sean más resistentes, más perennes. “Hay muchos casos de empresas que están desarrollando alimento a base de distintas plantas con distintos perfiles. Apolo Biotech, que acaba de inaugurar su laboratorio en el puerto de la innovación, del parque tecnológico, trabaja es importantísima para la Región Centro Realmente son organizaciones en las que su gran propósito es transformar un paradigma histórico de producción”, subrayó y resaltó el perfil de los nuevos investigadores, jóvenes que “vienen con muchísimo más ímpetu y ganas de tomar este desafío de pasar de ser científico plenos a desarrollar una organización, a dar empleo, de articular con el sistema: esto está pasando cada vez más en nuestro país, hay una proyección súper interesante respecto de cómo nos pensamos de acá a una o dos décadas”.