Santiago Nieto Castillo/Titular del IMPI
Entre los principales objetivos de gobierno de la Presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, y del secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, se encuentra el aumento del contenido nacional de las exportaciones, que se refiere a la proporción de valor añadido en los productos que un país exporta. A medida que las naciones buscan destacarse en un mercado global competitivo, la protección de la propiedad industrial se convierte en un pilar fundamental para garantizar el éxito económico y la innovación.
La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tenía como propósito generar un país manufacturero, con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), México se posiciona como un país competitivo y detonante de su economía local a partir del impulso a la innovación 100% mexicana.
El contenido nacional de las exportaciones ha ido en aumento gracias a diversos factores, entre los que se contemplan la innovación y la tecnología, las empresas están invirtiendo más en investigación y desarrollo para crear productos de mayor calidad y valor agregado. Esto no solo mejora la competitividad en el mercado internacional, sino que también permite a los países diversificar sus economías. El Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) será parte clave en este proceso al impulsar una cultura de la protección de la propiedad intelectual, que incluye desde el fomento a la innovación, el aumento significativo de patentes y la posibilidad de su transferencia tecnológica.
Las cadenas de suministro también juegan un rol económico importante, la interdependencia económica ha permitido que las empresas utilicen componentes de diferentes partes del mundo, lo que ha incrementado el contenido de sus productos finales. Este fenómeno se traduce en un mayor valor agregado al producto exportado, puesto que se integran tecnologías y know-how de diversas nacionalidades.
Los llamados clústeres industriales y su desarrollo, las empresas en sectores específicos fomentan la colaboración y la competitividad. Esto se traduce en un aumento del contenido local en las exportaciones, ya que se generan sinergias que permiten la especialización y la mejora continua de productos y servicios.
Por lo que, al tiempo del incremento del contenido de las exportaciones surge la necesidad de proteger la propiedad industrial. Sin duda, la garantía de derechos de propiedad industrial, como patentes y marcas, crea un entorno favorable para la innovación. Las empresas están más dispuestas a invertir en nuevos desarrollos si saben que sus invenciones estarán protegidas de la competencia desleal o de la piratería.
A pesar de los beneficios evidentes, el camino hacia el aumento del contenido de las exportaciones y la protección de la propiedad industrial no está exento de desafíos. La asimetría en la protección de la propiedad intelectual entre países puede generar tensiones comerciales. Además, la rápida evolución de la tecnología plantea nuevos retos en la manera de proteger las innovaciones.
Sin embargo, el incremento del contenido nacional de las exportaciones asociado con una sólida protección de la propiedad industrial representa una vía prometedora para el crecimiento económico sostenible. Los países que comprendan la importancia de este equilibrio estarán mejor posicionados para competir en el escenario global, promoviendo una economía innovadora y preparada ante los desafíos futuros. Y es el mejor momento de nuestro país para lograrlo.