La Cancillería de Cuba informó que 5.000 marcas y patentes de empresas y titulares de los Estados Unidos han sido registrados en la Oficina de Propiedad Industrial (OCPI), permitiendo que “se beneficien y continúen beneficiándose de su registro en el país”.
Sin
embargo y a pesar del cumplimiento de la normativa internacional por
parte del Estado cubano, la Cancillería mencionó la negativa de la Corte
Suprema estadounidense para que la compañía Cubaexport tuviera la
posibilidad de defender su derecho de renovar el registro marcario del
ron Havana Club ante la Oficina de Marcas y Patentes de los EE UU
(USPTO).
Dicha
negativa fue hecha al amparo de la Sección 211 de la Ley Ómnibus,
aprobada por el Congreso de los Estados Unidos a fines de 1998, la cual
prohíbe el reconocimiento y renovación de marcas asociadas a propiedades
nacionalizadas por el gobierno cubano.
Eso
es resultado de las maniobras de la mafia anticubana de Miami y sus
aliados dentro del Congreso, en retribución a las contribuciones
financieras que reciben de la compañía Bacardí, “la real promotora de
estas acciones contra Cubaexport, dirigidas a usurpar las marcas y
mercados del ron genuina y legítimamente cubano”, expresa la nota.
La
Cancillería recordó que desde 1995, Cubaexport, de conjunto con la
compañía francesa Pernod Ricard, distribuidora del ron Havana Club, ha
defendido su derecho a registrar la reconocida marca.
Esa
intención encontró respaldo en la decisión del Panel de Solución de
Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que falló
contra Estados Unidos y reclamó la eliminación de dicha Sección
considerada ilegal.
Durante
el proceso judicial que ahora ha llegado a su final, la OFAC argumentó
que no emitiría la licencia que exige la Sección 211, porque el
Departamento de Estado había ordenado no hacerlo debido a que ello no se
correspondería con la política norteamericana de Estados Unidos hacia
Cuba.
Esta
acción constituye una grave violación de los compromisos de los Estados
Unidos en materia de Propiedad Industrial, que lo obligan a proteger
las marcas de las compañías e instituciones cubanas, prosiguió la
declaración.
De
esa forma, este litigio y otros procesos en curso contra patentes y
marcas cubanas en las cortes norteamericanas han puesto en evidencia la
complicidad del gobierno de los Estados Unidos en el despojo de los
derechos de la isla, expresó la cancillería cubana.
La
cancillería afirmó además que se ha garantizado que más de cinco mil
marcas y patentes norteamericanas “se beneficien y continúen
beneficiándose de su registro en el país”.
El
Ministerio de Relaciones Exteriores demandó a Washington otorgar de
inmediato la licencia que permita a la entidad cubana Cubaexport renovar
la marca Havana Club.
A
pesar del accionar de los Estados Unidos, la Oficina Cubana de
Propiedad Industrial participa de todos los tratados internacionales en
materia de marcas y patentes auspiciados por Organización Mundial de la
propiedad Intelectual (OMPI), otorgando al país del Norte alrededor de
5.000 marcas y patentes en territorio cubano.