sábado, 13 de diciembre de 2014

Seminario de UNASUR sobre salud pública: "detrás de cada patente farmacéutica se está generando un monopolio"

Msal.gov.ar - Observatorio Sudamericano de patentes


Responsables vinculados a la sanidad, la innovación tecnológica, la propiedad intelectual, la industria farmacéutica y el ámbito universitario de los 12 estados que conforman la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) participaron esta semana en Buenos Aires de un seminario dedicado a la integración de esas temáticas y su aplicación en la salud pública.
Bajo el título "Salud pública, innovación y propiedad intelectual", el seminario convocado por el Instituto Suramericano de Gobierno en Salud de la UNASUR, la cartera sanitaria nacional, a cargo de Juan Manzur, y el Grupo Técnico de Acceso Universal a Medicamentos de UNASUR, destacó la importancia que la unidad regional ha tenido en los espacios de negociación multilaterales como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Alentó a los funcionarios presentes a seguir adoptando posiciones y recomendaciones en el marco del bloque suramericano y a elevarlas ante los foros regionales y mundiales.

"Con una identidad ya consolidada, la UNASUR es reconocida y respetada en los espacios de negociación globales que se encontraban reservados para los países que hegemónicamente han dominado la agenda sanitaria internacional. La presencia de la UNASUR en las discusiones sobre acceso a medicamentos como un componente fundamental del derecho a la salud ha obligado a que muchos países se sienten a hablar de estos temas, sabiendo que para la región los intereses de salud pública se encuentran por sobre de los intereses comerciales", sostuvo el viceministro de Salud de la Nación, Eduardo Bustos Villar.
El funcionario recordó la declaración firmada en 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco de la "III Reunión Ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la UNASUR" en Quito, Ecuador. Entonces, los mandatarios del foro regional saludaron la declaración del Consejo de Salud Suramericano que ratificó "el concepto de la supremacía de la salud pública sobre los intereses económicos y comerciales".
"Los medicamentos, vacunas y equipos que se requieren para atender enfermedades de importancia en salud pública, entre ellas la pandemia de influenza, deben considerarse bienes públicos globales", afirmaba esa declaración. "Los derechos de propiedad intelectual no impiden, ni deberán impedir, que los Estados Partes adopten medidas para proteger la Salud Pública", agregaba.
Al brindar la conferencia inaugural del seminario, la politóloga estadounidense Susan Sell, catedrática de la universidad George Washington y asesora de varios organismos internacionales, señaló las distintas estrategias que adopta la industria farmacéutica que concentra los monopolios (llamada "big Pharma") junto con otras grandes industrias, beneficiarias principales del sistema de propiedad intelectual. En su ponencia la experta hizo especial referencia a la forma de "saltar" de un foro de negociación a otro hasta conseguir el espacio donde encuentren el "clima" adecuado para alcanzar su objetivo.
Caricaturizando esta relación como las persecuciones entre los personajes de dibujos animados Tom y Jerry, Sell destacó que Jerry, a quien identificó con los países menos adelantados, "aparece en este juego con desventaja", pero consideró que con el tiempo "ha aprendido a valerse de algunos medios que le han demostrado que vale la pena continuar la pelea con Tom", caracterizando así a la industria multinacional del software, farmacéutica y de entretenimiento.
"La propiedad intelectual no puede ser un fin en sí mismo", sostuvo la académica estadounidense que finalizó su conferencia recomendando la aplicación de medidas como la adoptada en forma conjunta por los Ministerios de Salud de la Nación y de Industria, éste último a cargo de Débora Giorgi, que establecieron pautas rigurosas a la hora de examinar las solicitudes de patentes farmacéuticas limitando la concesión de las mismas a aquellas solicitudes que realmente entrañen altura inventiva.
"Como una llana estrategia comercial, en una gran cantidad de casos las solicitudes de patentes farmacéuticas sólo pretenden alcanzar la protección de exclusividad para mantener monopolios sin que medie invención ni mérito inventivo alguno. La resolución 09/09 de la Reunión de Ministros de MERCOSUR señala la preocupación de los ministros de Salud por la proliferación de solicitudes de patentes farmacéuticas que no poseen altura inventiva y apenas incorporan innovaciones marginales", recordó el director de Economía de la Salud de la cartera sanitaria nacional, Augusto Pippo.
El funcionario consideró que "debe tenerse en cuenta que detrás de cada patente farmacéutica se está generando un monopolio, y que un monopolio desregulado es igual a precios más altos que los socialmente óptimos. Estas situaciones se traducen en menor acceso a los medicamentos o en un aumento del gasto que resulta regresivo y que eleva el riesgo de las familias de quedar en situación de pobreza y pone al límite a los presupuestos de los ministerios de salud de los países."