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El Parlamento Europeo considera que prohibir las patentes de
productos vegetales obtenidos con técnicas tradicionales, como cruces y
selección, es fundamental para impulsar la innovación y la seguridad
alimentaria y proteger a los pequeños agricultores.
En una resolución no legislativa adoptada el
jueves, los eurodiputados se muestran sorprendidos por la decisión de la
Oficina europea de Patentes de permitir el registro de este tipo de
productos, piden a la Comisión que clarifique de manera urgente las
normas aplicables y que se garantice el acceso al material biológico
necesario para estos cultivos.
La Cámara subraya que las técnicas de cultivo en busca de
mejoras se llevan practicando desde el nacimiento de la agricultura y
recalcan que el acceso a material biológico es clave para incentivar la
innovación y el desarrollo de nuevas variedades, para la seguridad
alimentaria, afrontar el cambio climático e impedir la aparición de
monopolios. Los productos obtenidos a partir de procesos esencialmente
biológicos, como plantas, semillas, características nativas y genes
deben por tanto quedar excluidos de la patentabilidad, insiste la
resolución, que salió adelante con 413 votos a favor, 86 en contra y 28
abstenciones.
El Parlamento pide a la Comisión que aclare el ámbito de aplicación y la interpretación de las normas vigentes –en especial la directiva sobre biotecnología-
de manera urgente y que informe de su dictamen a la Oficina europea de
patentes para asegurar que los productos obtenidos con técnicas
tradicionales no se puedan registrar. Los eurodiputados también insisten
en la necesidad de salvaguardar el acceso al material resultado de
procesos esencialmente biológicos para cultivo.
Información de contexto
La resolución parlamentaria es una reacción a la
decisión del 25 de marzo de 2015 de la Alta cámara de recursos de la
Oficina europea de patentes que autorizó la patente de una variedad de
tomate (G0002/12) y otra de brócoli (G0002/13)
obtenidas a partir de técnicas de cultivo tradicionales. El organismo
considera que, aunque los procesos esencialmente biológicos, como los
cruces, no pueden patentarse, las plantas resultantes o el material
obtenido, como los frutos, sí pueden contar con protección a nivel
comunitario.
Pero los eurodiputados creen que esta interpretación
de la legislación puede tener un impacto negativo en la competitividad
de la UE y conducir a la creación de monopolios en el sector
alimentario. La Cámara ya pidió a la Oficina de patentes que excluyera
de patentibilidad todos los productos vegetales derivados de técnicas
tradicionales en una resolución no legislativa el 10 de mayo de 2012.