SUIZA, 6 de junio (Al Momento Noticias).-
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), celebró en
Ginebra, del 30 de mayo al 3 de junio, la 30ª sesión del Comité
Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos,
Conocimientos Tradicionales y Folclore (CIG).
El Comité incorporó dentro de su agenda dos eventos importantes para
los pueblos indígenas: un Foro de consulta y como parte de la reunión,
un punto específico sobre la participación de las comunidades indígenas y
locales.
Al conclave arribaron por sus propios medios solo seis
representaciones indígenas ante el insuficiente respaldo de sus
respectivos países, por lo que realizarán una recomendación a la
Organización de las Naciones Unida (ONU), para que en el marco de la
consulta sobre las mejores formas de participación indígena en estos
espacios, se pida a los gobiernos apoyar a los representantes nativos
para esto.
La escasa asistencia de estos pueblos, fue un tema para quienes
arribaron tanto al Foro de Consulta como al panel indígena, donde
reconocieron que la participación de comunidades locales en este debate
es pobre e insuficiente.
A la OMPI, solo acuden organizaciones acreditadas dentro de la OMPI,
en el caso indígena a partir de 2005 pero solo como observadores, es una
reunión intergubernamental.
Para el experto Kuna, Dad Neba de Panamá, los temas abordados sobre
conocimientos tradicionales, expresiones culturales, folclore y recursos
genéticos, son trascendentales para el devenir de los pueblos
indígenas.
Las discusiones, apuntan los especialistas indios, son complejas,
pues se está examinando, el acceso a recursos genéticos, cuyos trabajos
se llevaron días de análisis. Este tema no cuenta con el consenso de los
mismos Estados y cada uno de los países defiende sus intereses.
En entrevista, para el líder kuna, también representante de la
Agencia Internacional de Prensa Indígena (AIPIN) en Panamá, uno de los
pocos que ha logrado profundizar en la temática, es lamentable que la
30ª sesión de la OMPI, tuviera poca presencia de representantes
indígenas, no obstante que en el tema se juega la supervivencia misma de
las sociedades originarias, dado que se revisó el Instrumento Jurídico
Internacional para la Protección de los Conocimientos Tradicionales,
Recursos Genéticos y Expresiones Tradicionales Culturales.
Estas reflexiones formaron parte de los tantos rubros profundizados
por los delegados indígenas, quienes advirtieron que el instrumento
jurídico puede ser avalado por los países sin el conocimiento y
consentimiento de los pueblos nativos.
El punto 6 de la agenda referente a la participación de las
comunidades indígenas y locales, se abordaron los casos de Nueva
Zelanda, Sudáfrica y Costa Rica.
En la mesa discernieron sobre el tema Aroha Te Pareake Mead, de las
Tribus Ngati Awa y Ngati Porou de Nueva Zelanda, Presidenta de la
Comisión de Política Ambiental, Económica y Social de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos
(UICN)
Compartieron la discusión Willem Collin Louw, Secretario del Consejo
Khomani San de Sudáfrica, así como Alancay Morales Garro, del Pueblo
Brunka de Costa Rica.
Alancay Morales, subrayó la importancia que en cualquier medida a
adoptar que afecten a los pueblos indígenas, se parta de lo que
establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT).
Los panelistas coincidieron en que los pueblos indígenas son capaces
de resguardar sus conocimientos tradicionales por sí mismos, que están
dispuestos a ofrecerlos a la humanidad siempre y cuando sus derechos
fundamentales de definición y control, estén protegidos por la comunidad
internacional.
Denunciaron del despojo de conocimientos tradicionales y recursos
genéticos, de algunas compañías, por medio de patentes mal otorgadas,
cuando el control del conocimiento debe de recaer en los mismos pueblos
originarios.
Para los exponentes, es urgente un instrumento internacional de
propiedad intelectual y pueblos indígenas, donde se incluya la
innovación, mejoramiento en las políticas económicas y sociales,
incluyendo los derechos económicos
Recordaron que en la primera mesa redonda en 1998 en la OMPI sobre
propiedad intelectual, se reconoció que los recursos genéticos deben ser
desarrollados por los propios pueblos indígenas para proteger sus
comunidades, dado que plantas, animales y naturaleza en general tienen
significado sagrados para ellos, y habrá que resguardarlos de la
explotación de terceros.
Alancay, refirió que la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH), considera importante referirse a la propiedad de los pueblos
indígenas sobre sus recursos o riqueza genética existente en sus
territorios y los conocimientos tradicionales.
Para la Corte, es justo que los pueblos indígenas se vean
beneficiados por la explotación, industrialización o comercialización,
de sus recursos, conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales.
El panel concluyó que es significativo y trascendental que los
pueblos indígenas estén de acuerdo con los instrumentos tanto nacionales
como internacionales.
Dentro de sus conclusiones la Mesa pide a la OMPI diseñar algún
mecanismo que asegure la participación de los pueblos indígenas del Abya
Yala y del resto del Planeta.
En su exposición el experto Brunka, dio a conocer que el Borrador de
la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de
la Organización de Estados Americanos (OEA), reconoce más puntualmente
estos derechos.
El artículo XXVIII de la Declaración Americana, sobre la Protección
del patrimonio cultural y de la propiedad intelectual, recomienda a los
Estados que con la participación plena y efectiva de los pueblos
indígenas, se adopten medidas necesarias para que los acuerdos y
regímenes nacionales o internacionales provean el reconocimiento y la
protección adecuada del patrimonio cultural y la propiedad intelectual
asociada a dicho patrimonio de las sociedades originarias.
En esta adopción, apuntan, se realizarán consultas encaminadas a
obtener el consentimiento libre previo, libre e informado de los pueblos
indígenas.
Las preocupaciones de los liderazgos indígenas son claras, ante la
intención de los países en alcanzar un consenso de un instrumento
jurídico internacional al respecto y, que puede conllevar riesgos para
las sociedades originarias, quienes se encuentran al margen de estas
disputas.
La Trigésima sesión en la OMPI, examinó el Documento Consolidado en
Relación con la Propiedad Intelectual y los Recursos Genéticos. El texto
en cuestión, es resultado de acuerdos alcanzados por el Comité
Intergubernamental de la OMPI sobre Propiedad Intelectual y Recursos
Genéticos, Conocimientos Tradicional y Folclore (el CIG).
La propuesta pretende ser la base de un Instrumento Internacional, en
relación con la Propiedad Intelectual que aseguren la protección eficaz
y equilibrada de los recursos genéticos, los conocimientos
tradicionales y las expresiones culturales tradicionales, que sirvan de
punto de partida para las reuniones del Comité.
En su preámbulo, el Documento Consolidado, en su mayoría entre
corchetes, manifiesta que velará porque se respeten los derechos de las
comunidades locales y los pueblos indígenas, sobre sus recursos
genéticos incluido el principio del consentimiento previo y la
participación plena y efectiva de conformidad con los acuerdos
internacionales, especialmente con la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El borrador señala que las oficinas de patentes impondrán un
requisito obligatorio de divulgación, estipulado en el instrumento
jurídico internacional cuando el patentamiento de recursos genéticos
perjudique los intereses de las comunidades locales y pueblos indígenas.
Durante la sesión del jueves 2 de junio, en la revisión del citado
boceto los relatores buscaron incorporar las propuestas de los Estados,
dejando fuera la propuesta indígena referente al significado de la Madre
Tierra para las sociedades originarias, destacó el además, líder de la
Asociación Kunas Unidos por Napguana, Dad Neba identificado en la
sociedad occidental como Nelson De León Kantule.
El Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos
Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore (CIG), ha sostenido
negociaciones para el manuscrito. En él han participado Estados, la
OMPI, organismos multilaterales y ONG’s y, actualmente algunos
indígenas.
El año establecido para presentar el instrumento es 2017, donde la
Asamblea General de la OMPI ponderará los avances efectuados y tomará
una decisión para convocar a una Conferencia Diplomática.
Estados Unidos, la Comunidad Europea, Francia, se caracterizan por
ser el bloque opositor a la posición de Estados que se pronuncia a favor
de los derechos de los pueblos indígenas.
En el último día de sesión, no se tuvieron avances, fue evidente la
confrontación entre el grupo africano, Estados Unidos y Canadá.
Para estos países, los conocimientos, tradiciones y los recursos
genéticos patentados no cuentan como derechos de los pueblos indígenas.
La postura indígena es que son sus pueblos y comunidades dueños de
los recursos en sus territorios, derechos reconocidos en la Declaración
de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en
el Artículo 8J del Convenio sobre Diversidad Biológica, así como en el
Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un tratado
internacional jurídicamente vinculante con tres objetivos principales:
la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de
sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios
que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Su objetivo
general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible,
indica su presentación.
Los indígenas en la OMPI
En 2005 la Asamblea General de la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual, avalo la participación de los pueblos indígenas.
Desde 2009, fecha se puso en marcha el programa de la OMPI de becas
para miembros de pueblos indígenas, las comunidades indígenas y locales,
en la División de Conocimientos Tradicionales en diversas cuestiones
de interés para sus lugares de origen.
La Asamblea de la OMPI, ha solicitado a los Estados miembros
contribuir al Fondo de contribuciones voluntarias para las comunidades
indígenas y locales acreditadas.
Según reportes, las dos últimas sesiones ningún país ha contribuido
al Fondo, por lo que incluso los escasos organismos indígenas
acreditados en la OMPI, no han logrado acudir a las sesiones y solo los
gobiernos envían a sus delegaciones.
Estados miembros
Los 188 estados miembros de la OMPI determinan la orientación
estratégica y las actividades de la Organización a través de sus órganos
decisorios.
Para convertirse en miembro, un estado debe depositar un instrumento
de ratificación o de adhesión en poder del Director General.
México, se adhirió a la OMPI en 1975.