Fuente: PharmaBaires.-
Estados Unidos volvió a incluir a la Argentina en la
Priority Watch List (Lista Negra) de países que presuntamente violan los
derechos de propiedad intelectual. Mientras tanto, y con uncriterio
contrario al que aplica su propio país, un senador norteamericano
propuso quebrar la patente del Sovaldi (el medicamento más caro del
mundo) en su propio país.
El informe anual “Special 301” de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos
(USTR) coloca a China una vez más al tope de la lista de vigilancia
prioritaria, aunque destaca el “amplio esfuerzo de reforma de la ley de
propiedad intelectual” y “algunas iniciativas positivas” sobre “el uso
de los derechos de propiedad intelectual”.
La USTR también alerta sobre “la grave y continua preocupación” sobre
la insuficiente protección de los Derechos de Propiedad Intelectual
(DPI) en trece países: Argelia, Argentina, Chile, China, Ecuador, India, Indonesia, Kuwait, Pakistán, Rusia, Tailandia, Ucrania y Venezuela.
En Argentina, la USTR identifica tres conflictos sustanciales:
– “La salada”, uno de los “mayores mercados al aire libre en América
latina que ofrecen productos falsificados y pirateados, y sigue
creciendo “, señala el informe.
– La tasas de piratería de internet que “se acerca al 100 por ciento
en varías áreas de contenido” y el “uso generalizado de software sin
licencia por parte de empresas privadas y el gobierno”.
– “El uso comercial desleal, así como la divulgación no
autorizada, de datos generados para obtener la aprobación de
comercialización de productos farmacéuticos”.
Sobre las patentes farmacéuticas, hay una queja rotunda: “en
lugar de proporcionar protección para las patentes pendientes, Argentina
sólo proporciona protección de las patentes desde la fecha de
concesión”.
También hay reclamos por “el atraso considerable de solicitudes de
patentes que se traduce en largas demoras en el registro de derechos “.
La USTR señala que “para ser patentable, Argentina exige que los
procesos para la fabricación de compuestos activos descriptos en la
especificación sean reproducibles y aplicables a escala industrial. No está claro si también estás directrices restrictivas se aplican a los productos de la biotecnología”.
“Estas restricciones limitan la capacidad de las empresas que
invierten en Argentina para proteger sus derechos de propiedad
intelectual y son incompatibles con la práctica internacional”, asegura la USTR.
En el caso de Brasil, el informe reconoce que “continuó mejorando su
régimen de derechos de propiedad intelectual durante 2014”, pero sigue
en la lista de vigilancia durante 2015, porque hay quejas contra la
agencia reguladoraANVISA, por la duplicación de las
solicitudes para el registro de nuevos productos, que la USTR considera
que es un procedimiento burocrático y que “carece de transparencia”.
También la USTR se quejó “de la protección inadecuada de Brasil
contra el uso comercial desleal de datos de la prueba no revelados y
otros datos generados para obtener la aprobación de comercialización de
productos farmacéuticos”.
El informe resaltó de Brasil la labor del Consejo Nacional de Lucha
contra la Piratería y la Propiedad Intelectual (CNCP) que colaboró
“positivamente” con la policía estadounidense en detectar productos
falsificados.
También hay quejas contra Perú por no aplicar, supuestamente, las obligaciones del Acuerdo de Promoción Comercial entre ambos países (APC).
Chile también se mantiene en la lista de vigilancia prioritaria,
mientras Estados Unidos “sigue instando” a que el país vecino implemente
“un sistema eficaz para hacer frente a problemas de patentes con
urgencia, en relación con las solicitudes para comercializar productos
farmacéuticos”.
Mientras tanto en Estados Unidos, el senador Bernard Sanders
(precandidato presidencial demócrata) propuso quebrar la patente del
medicamento Sovaldi de Gilead, debido a su elevado costo, en una carta
al US Department of Veterans Affairs.
Sanders, senador por Vermont, consideró que si el medicamento Sovaldi
cuesta 1,000 dólares por píldora y 84 mil dólares por un tratamiento”,
se debería acudir a la Ley Federal 28 USC 1498 sobre patentes y derechos de autor.
La ley federal en cuestión autoriza a fabricar un medicamento en
Estados Unidos abonando “una indemnización razonable” al titular de la
patente. La vigencia del procedimiento se remonta a 1910 cuando la Corte
Suprema de Washington validó su aplicación.
Sanders propuso recurrir a la Ley Federal 28 USC 1498, en una carta
al secretario del departamento que se ocupa de los ex combatientes,
Robert McDonald, en la que advierte “el impacto devastador” de
la Hepatitis C entre los veteranos, de los cuales alrededor de 180 mil
tienen diagnosticada la enfermedad.
El departamento ya reasignó 400 millones de dólares para pagar los tratamientos con Sovaldi que requieren los veteranos .
Pero Sanders reforzó que “a los veteranos de nuestra nación
no pueden y no deben ser negados el tratamiento, mientras las compañías
farmacéuticas pasan por el rastrillo miles de dólares en ganancias”.
También el partido Podemos de España incluyó en su programa político la expropiación de las patentes para mejorar “el acceso a las innovaciones farmacéuticas”.
Podemos impulsa “la fabricación de medicamentos
genéricos que sean beneficiosos para los enfermos que tienen que
afrontar tratamientos costosos (como la hepatitis C)” así como por
establecer “líneas de cooperación con otros países y continentes,
especialmente con África y América Latina”.
Mientras, el canciller chileno Herraldo Muñoz,
afirmó que su país no aceptará la protección de 12 años que reclama
Estados Unidos para los productos biológicos en el marco de las
negociaciones del Acuerdo Transpacífico (TPP) que discuten las
autoridades de 12 países.
Muñoz fue enfático en señalar que “no vamos a ir más allá del
estándar vigente en nuestro país” y aseguró que no se abrirán ni
asumirán más compromisos que los ya adquiridos en los Tratados de Libre
Comercio (TLC), que el país ha suscrito en materia de propiedad
intelectual, patentes y servicios.
El Observatorio Sudamericano de Patentes a su vez repudió declaraciones de Gonzalo Rovira,
presidente del Comité de Propiedad Intelectual de la Cámara de Comerco
de Estados Unidos en Argentina (AnCham), que publicó en medios locales
“un artículo con afirmaciones falsas sobre la realidad argentina”.
Rovira apeló a “conceptos en apariencia irrefutables” sobre la
“correlación entre los países que ofrecen una protección a la propiedad
intelectual y las sociedades que gozan de una mejor calidad de vida”.
“Las patentes crean monopolios extranjeros”, respondió Marcos Piña, vocero del Observatorio Sudamericano y que“el número de patentes se relacione con el crecimiento de un país es falso de toda falsedad,
pues, solamente representa una mayor presentación de solicitudes de
invenciones que por lo general constituyen novedades o innovaciones en
no más de un 5% de las presentaciones de patentes en las oficinas de
propiedad intelectual”.
“En realidad, en Argentina se presentan unas 5 mil
solicitudes de patentes de las cuales el 80 por ciento son extranjeras y
del 20 por ciento restante, la mitad son abandonas por sus titulares.
Una gran mentira orquestada por los lobistas de Estados Unidos en un
país, mentira que se reproduce y alimenta desde las propias
instituciones del Estado formado por funcionarios mediocres que ponen en
riesgo la economía nacional”, denostó el Observatorio Sudamericano de Patentes.
México en cambio liberó las patentes de medicamentos biotecnológicos -como la insulina – decisión que se presentó como la posibilidad de acceder a medicamentos más baratos.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto
Politécnico Nacional (IPN) y el Centro de Investigación y Asistencia en
Tecnología y Diseño de Jalisco (CIATEJ), fueron habilitados en marzo
para realizar pruebas científicas a medicamentos biotecnológicos y
asegurar el acceso de la población a estos productos.
Pero no todas son malas noticias para las multinacionales,
pues en India Merck se anotó una victoria cuando el Supremo Tribunal de
Justicia falló recientemente a su favor por las patentes de sus
medicamentos contra la diabetes Januvia y Janumet, y bloqueó las
versiones genéricas del laboratorio Glenmark de Mumbai.
La sentencia está en contraste con fallos habituales del
Supremo Tribunal de Justicia con sede en Nueva Delhi, que
tradicionalmente suele fallar a favor de las empresas nacionales de
genéricos. Novartis, Bayer y Pfizer en los últimos años perdieron
demandas similares.