ucvmedios.cl.- En
la posibilidad de clausurar las farmacias que no cancelen sus multas y
la prohibición del uso de marcas propias, fueron los temas en que se
centró la discusión de los integrantes de la Comisión de Salud. Estos se
encuentran analizando el articulado de la denominada ley de fármacos 2.
La propuesta -en primer trámite busca- introducir cambios al Código
Sanitario, de manera de regular los medicamentos bioequivalentes
genéricos y evitar la integración vertical entre farmacias y
laboratorios.
En la última sesión, comenzaron a debatirse los tópicos pendientes de
votar. Dos de ellos corresponden a la necesidad de obligar que las
farmacias que incumplan la ley, cancelen sus multas, incluso arriesgando
el cierre temporal de los locales. En la actualidad estas controversias
se resuelven en sede administrativa o jurídica, no obstante un juicio
puede tardar años, de manera que las farmacias continúan operando pese a
estar en entredicho.
Un segundo tema fue prohibir el uso de marcas propias por parte de
las farmacias. Algunos senadores manifestaron que ello permitiría
potenciar la venta de genéricos bioequivalentes –de menor precio-;
mientras que otros aseguraron que por el contrario, elevaría el valor de
los fármacos al no existir competencia con medicamentos originales que
suelen ser importados.
La presidente de la Comisión, la senadora Carolina Goic reconoció que
la discusión se ha centrado en estas temáticas medulares. “Hemos dejado
pendientes algunos temas para encontrar la alternativa que permita
cumplir con el objetivo de la norma. Esto es que los genéricos
bioequivalentes estén en las farmacias y se garantice la transparencia
de la información”, comentó.
CLAUSURA FARMACIAS
Se sometió a estudio una indicación de la senadora Goic que establece
que “quienes no paguen dentro del plazo la multa que se derive del
sumario sanitario correspondiente, estarán afectos a la clausura del
establecimiento mientras este pago no se verifique”.
Asimismo se analizó una disposición similar del Ejecutivo que plantea
que “si las infracciones ascienden a tres o más en el plazo de doce
meses, se procederá a la cancelación de la autorización sanitaria que
autoriza su funcionamiento o de los permisos o registros concedidos”.
Los textos abrieron un debate respecto a la pertinencia que tendría
el cierre de una farmacia por incumplimiento de la ley de fármacos. En
tal sentido, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe criticó la
propuesta del Gobierno, planteando que “todos tenemos derecho de
defendernos ante la ley y me parece arbitrario que se dicte el cierre
del local sin que la justicia haya fallado”.
De una idea contraria fue el senador Guido Girardi, quien comentó que
“el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ha demostrado en diversos
estudios que las farmacias no cumplen la ley y no les interesa hacerlo
porque no les genera ningún perjuicio”.
Al respecto, el director del Instituto de Salud Pública (ISP), Alex
Figueroa explicó que “cuando se detecta una irregularidad se avisa al
Instituto directamente o las secretarias regionales ministeriales
(seremis), tras lo cual se inicia un sumario. Ahí comparecen las partes
dictándose una resolución a la que se puede reclamar. Como la mayoría no
paga, reclama ante tribunales civiles e incluso la Corte de
Apelaciones. Esto implica mucho tiempo y durante él, no existe clausura
de funcionamiento”.
MARCAS PROPIAS
Un segundo tema en el que no hubo coincidencia, dice relación con las
llamadas marcas propias. El senador Fulvio Rossi presentó una
indicación que prohíbe a las farmacias vender medicamentos de marca
propia.
A juicio del legislador, “existe una asimetría de información brutal.
La gente no entiende cuando se le habla de genéricos, bioequivalentes,
genéricos bioequivalentes, medicamentos originales o de marca propia.
Por eso queremos que estos últimos no existan de manera que se
simplifique la compra”.
A su vez, el senador Girardi explicó que “los laboratorios
internacionales que son propietarios de las moléculas originales,
quieren vender sus fármacos a altos precios; y por lo tanto, no tienen
interés en que se prescriba la Denominación Común Internacional (DCI)
que da lugar a un genérico, que obviamente cuesta menos”.
“Por otra parte, las cadenas de farmacias tienen marcas propias.
Ellos venden sus propios productos en su propio canal de distribución.
Estos remedios son genéricos pero con un envase especial que alude a la
producción propia. Así las marcas propias y los fármacos originales son
vendidos a un valor mayor al que se comercializa el genérico
bioequivalente”, aclaró insistiendo en la necesidad de que estos últimos
siempre se encuentren en los centros de venta.
En contraposición, el senador Francisco Chahuán dijo estar en
desacuerdo respecto a que esta eliminación se traduzca en una rebaja de
los costos. “Creo que esta prohibición solo beneficia a las marcas
extranjeras porque no tendrán competencia. Y ojo que esta indicación
tiene visos de inconstitucionalidad porque se atenta contra la libertad
económica”, hizo ver.
LO QUE VIENE
En la sesión también se aprobaron una serie de propuestas del
Ejecutivo que complementaban normas despachadas por la Comisión.
Asimismo se rechazaron indicaciones de algunos senadores que habían sido
subsumidas por otras respaldadas.
Se espera que los equipos de asesores trabajen en redacciones de
consenso respecto a la posibilidad de clausurar las farmacias que no
cancelen sus multas y la prohibición del uso de marcas propias. También
la próxima sesión comenzará con el debate de los alimentos funcionales.
No existe claridad respecto de su tratamiento legal, porque en algunos
casos se les aborda como medicamentos (propiedades terapéuticas) y en
otras, como alimentos