elespectador.- Dos decisiones ponen en vilo a la producción de semillas transgénicas en
el mundo. India prohíbe patentar semillas y la Unión Europea cambia las
reglas de juego para las semillas campesinas, es decir, que son nativas
de las regiones.
India también cedió a una petición de décadas. La Corte Suprema de
ese país ha decidido prohibir las patentes de semillas. Sobre todo, es
un golpe para Monsanto porque no puede reclamar las patentes de las
semillas de algodón genéticamente modificadas Bollgard y Bolgard II.
El director de tecnología de Monsanto, Robert Fraley, que acaba de
anunciar que él y otros ejecutivos de alto nivel abandonan la empresa
luego de que se cierre la adquisición multimillonaria de Bayer AG,
lamentó la noticia, según EcoWatch.
Having personally helped to launch Bollgard cotton in India & knowing how it has benefited farmers...it’s sad to see the country go down an anti-science/anti-IP/anti-innovation path... https://t.co/72lD7k9GVN— Robb Fraley (@RobbFraley) 7 de mayo de 2018
Monsanto introdujo por primera vez sus semillas genéticamente
modificadas en India en 1995. Estos cultivos se han insertado con una
toxina resistente a las plagas llamada Bacillus thuringiensis o Bt, y
hoy, más del 90% de la cosecha de algodón del país está genéticamente
modificada.
Según la Ley de Patentes de la India de 1970, el Tribunal Superior de
Delhi dictaminó el mes pasado que las variedades de plantas y las
semillas no pueden ser patentadas, rechazando así el intento de Monsanto
de bloquear su licenciatario indio, Nuziveedu Seeds Ltd., de vender las
semillas.
Debido a la decisión, las reclamaciones de Monsanto contra Nuziveedu
por regalías no pagadas han sido canceladas, ya que sus patentes ahora
son inválidas bajo la ley india. Las regalías ahora serán decididas por
el gobierno, según Reuters.
Por su parte, la Unión Europea adoptó una medida que le permite a los
agricultores orgánicos vender semillar de sus cultivos domésticos.
Según ese diario, la decisión entrará en vigor en dos años y medio, en
2021, pone fin a 37 años de restricciones, cuando comenzó la regulación a
la comercialización de semillas fuera del catálogo oficial, en 1981.
Hasta entonces, solo las semillas listadas por un catálogo oficial
podrían comercializarse legalmente. Según el diario Le Figaro, "la
mayoría de estas semillas pertenecían a multinacionales como Monsanto.
Según Positivr France (un portal de noticias de agricultura
fracófono) todos los agricultores orgánicos podrán desarrollar sus
propias variedades y comercializarlas. Según el decreto que aprobó su
venta, el objetivo principal es “revivir las miles de variedades de
frutas y verduras que existen y vacilar las inquietantes estadísticas
proporcionadas por la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO)”. Según Le Figaro: tres cuartas
partes de los alimentos que se consumen en Europa provienen de solo 12
especies de plantas y 5 especies de animales.