razon..- El tiempo de exclusividad de datos biotecnológicos de patentes de medicamentos, en su mayoría de enfermedades degenerativas, que se implementaron con el TLCAN están por expirar, lo que permitirá al sector médico mexicano impulsar la propiedad intelectual de la industria farmacéutica, y así evitar sobrecostos para el Gobierno, de más de 15 mil millones de pesos.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, de no impulsar las patentes médicas, el sector público mexicano pagaría un sobrecosto
en los próximos cinco años de entre 13 y 17 mil millones de pesos,
mismo que repercutiría en alrededor de 70 por ciento de medicamentos.
En entrevista para La Razón, Héctor Chagoya,
director de la firma de asesoría de patentes industriales BC&B,
sugirió que la actual administración debe fortalecer el sistema de salud
al otrogar los incentivos correctos para que las empresas oferten
productos más baratos. Para ello, dijo, son necesarios buenos centros de
investigación públicos y privados que brinden certidumbre a
inversionistas, ya que de otra forma, el sector seguirá siendo “poco
atractivo al financiamiento”.
“En el TPP-11 no hubo acuerdo por parte de Estados Unidos,
y fue motivo de la no ratificación por parte de ellos, porque buscaban
que fuera de 12 años y en el acuerdo quedó en 8. Caso contrario, en el
T-MEC, donde el tiempo de exclusividad de las patentes médicas quedó de
12 años, cuando los vecinos del norte buscaban 8 años. En gran parte de
los tratados que tiene México, la vigencia comienza a partir de 20 años
en adelante”, acotó.
Recientemente, la Comisión de Hacienda y Crédito Público
consideró que las nuevas reglas en el sector agropecuario y de
propiedad intelectual que se plantean en T-MEC tendrán un efecto
negativo en el costo de medicamentos, pues las nuevas reglas incluyen
información de las fórmulas de medicamentos biotecnológicos, aspecto que
afecta a 79% de las compras del sector salud público.
Según la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF)
se deben eliminar los obstáculos de orden regulatorio y de propiedad
industrial que puedan facilitar el ingreso de medicamentos y
biocomparables; y aunque la protección de datos está contemplada en la
negociación del T-MEC, lo que todavía está pendiente es establecer el
objetivo y la duración de la protección para economizar medicamentos y
evitar la competencia desleal.
Para Héctor Chagoya, el costo de cuantificar los
sobrecostos por no explotar las patentes son complejos, ya que cada
laboratorio tiene sus cifras, las cuales no son públicas; no obstante,
recordó que la exclusividad de los datos clínicos está a expensas de los
requerimientos regulatorios de las autoridades de cada país, lo cual
incrementa su costo de desarrollo como producto médico; de ahí que
algunos medicamentos sean tan caros.