Düsseldorf (Alemania)— El litigio por las patentes de vacunas contra el coronavirus entre las empresas germanas Biontech y Curevac entró hoy en una fase decisiva en Alemania.
Biontech, creadora de una de las principales vacunas a nivel mundial, fue acusada por Curevac ante el Triunal Regional de Düsseldorf de infringir las patentes y modelos de utilidad propios en el desarrollo de su vacuna Comirnaty.
En el proceso se enfrentan dos pioneros alemanes de las vacunas con destinos muy diferentes. Biontech facturó miles de millones con su vacuna contra el covid-19 fabricada junto con el gigante farmacéutico Pfizer durante la pandemia.
Curevac, por su parte, tras un comienzo esperanzador, no consiguió ni siquiera sacar a tiempo al mercado una vacuna contra el coronavirus. Sin embargo, la empresa afirma haber sido la autora de tecnologías facilitadoras que fueron decisivas para desarrollar vacunas anti-covid seguras y eficaces.
Por ello, en julio del año pasado, Curevac presentó una demanda contra Biontech, exigiendo una “compensación justa” por la infracción de varios de sus derechos de propiedad intelectual, que habían sido utilizados por Biontech y el laboratorio estadounidense Pfizer en la producción de la vacuna contra el coronavirus. Sin embargo, la empresa no indicó inicialmente una suma concreta.
Biontech, por su parte, rechaza las acusaciones y afirma que su trabajo es “original”. Inmediatamente después de conocerse la demanda, la empresa subrayó que se defendería “enérgicamente contra todas las acusaciones de violación de patentes”.
Biontech desarrolló Comirnaty en 2020, con la que fueron inmunizadas más de mil millones de personas en todo el mundo. Esto ha evitado millones de enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes. También en Estados Unidos la disputa entre los fabricantes de vacunas ocupa ahora los tribunales.
En concreto, la vista oral del martes versó sobre dos patentes y tres modelos de utilidad con los que Curevac había protegido sus procesos.
El Tribunal Regional de Düsseldorf anunciará su decisión el 28 de septiembre en cuatro de los casos. En el quinto caso, un litigio sobre patentes, el tribunal de Düsseldorf ha resuelto esperar a la decisión del Tribunal Federal de Patentes, anunciada para mediados de diciembre.
Ante esta corte Biontech ha solicitado que se declare nula la controvertida patente de Curevac.
Un vistazo a los balances de Biontech de los últimos años muestra que hay mucho dinero en juego en la disputa. En 2021, el fabricante de vacunas registró un beneficio neto de 10.300 millones de euros (11.200 millones de dólares), en 2022 el resultado final fue de 9.400 millones de euros.
Actualmente, sin embargo, Biontech está sintiendo los efectos del negocio de vacunas contra el covid, ahora significativamente más bajo. En los seis primeros meses de este año, los beneficios se desplomaron de 5.370 millones de euros a 312 millones de euros.
Pero Biontech espera volver a tener más ingresos en otoño e invierno. En septiembre, Biontech espera lanzar una vacuna covid-19 actualizada y adaptada a la variante de coronavirus XBB.1.5, una subvariante de Omicron.
De este modo, podría estar disponible para la próxima temporada de otoño-invierno europeo, declaró recientemente el director general, Ugur Sahin. En junio, Biontech y Pfizer presentaron a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y a la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) las solicitudes de registro de la vacuna adaptada para personas a partir de seis meses.
Mientras tanto, Curevac trabaja con su socio británico GlaxoSmithKline (GSK) en el desarrollo de una nueva vacuna contra el coronavirus de segunda generación. Hace poco, la empresa informó del inicio de un ensayo de fase 2 de la vacuna.
La responsable de desarrollo de Curevac, Myriam Mendila, subrayó que el rápido ritmo de desarrollo de vacunas durante la pandemia había “dejado importantes oportunidades para mejorar”.