viernes, 30 de agosto de 2024

EEUU respaldó financiamiento para cientos de patentes de parte de investigadores en China

 


 forbes

El Departamento de Defensa de Estados Unidos, la NASA y otras agencias estatales financiaron investigaciones que dieron lugar a más de 1,000 patentes estadounidenses para inventores radicados en China desde 2010, incluso en campos sensibles como la biotecnología y los semiconductores, según mostraron datos de la agencia de patentes estadounidense.

 

Los datos sobre patentes estadounidenses, revisados por Reuters y de los que no se había informado anteriormente, amplificarán los llamamientos para cancelar o renegociar el histórico Acuerdo de Ciencia y Tecnología entre Estados Unidos y China, un acuerdo de cooperación que, según los críticos, beneficia desproporcionadamente al principal rival geopolítico de Washington.

La Oficina de Patentes y Marcas de EU facilitó los datos este mes al comité selecto sobre China de la Cámara de Representantes. En junio, ésta preguntó a la agencia si la financiación estadounidense se traducía en avances chinos, con el objetivo de poner de relieve lo que considera los riesgos de renovar el pacto.

Según la oficina de patentes, la agencia concedió 1,020 patentes desde 2010 hasta el primer trimestre de 2024 que fueron financiadas, al menos en parte, por Estados Unidos y en las que participó al menos un inventor residente en China. Los datos no detallan si las patentes son compartidas por entidades o particulares estadounidenses.

Las patentes incluían 197 en el sector farmacéutico y 154 en el biotecnológico, ambos sectores estratégicos para China y Estados Unidos.

La investigación contó con financiación de varias agencias estatales estadounidenses, lo que dio lugar a 92 patentes con fondos del Pentágono, 175 con dinero del Departamento de Energía y cuatro con apoyo financiero de la NASA. La agencia espacial estadounidense tiene prohibido por ley cooperar con China o con empresas chinas.

La financiación del Departamento de Salud y Servicios Humanos produjo 356 patentes de este tipo, la mayor cantidad de cualquier agencia.

“Es alarmante que los contribuyentes estadounidenses hayan financiado sin saberlo más de 1,000 patentes reclamadas por entidades chinas, de las que casi 100 corresponden al Departamento de Defensa”, dijo el presidente del comité, el congresista republicano John Moolenaar.

La oficina de patentes, la NASA y los departamentos de Defensa, Energía y Sanidad no respondieron a las peticiones de comentarios.

El Departamento de Estado, responsable de la renegociación del acuerdo con China, dijo que sigue en comunicación con este país sobre el acuerdo. “Estados Unidos mantiene su compromiso de promover y proteger los intereses estadounidenses en ciencia y tecnología”, declaró un portavoz del Departamento.

La embajada de China en Washington no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre el acuerdo y los datos de patentes.

Los datos facilitados por la autoridad de patentes a la comisión de la Cámara de Representantes en una carta fechada el 14 de agosto no revelaban proyectos o patentes concretos. No había indicios de que la financiación fuera resultado directo del acuerdo, que tras su firma en 1979 sentó las bases de un auge de los intercambios académicos y comerciales entre Estados Unidos y China.

Las patentes abarcaban avances en campos como los de semiconductores, química molecular y polímeros, ingeniería química, nanotecnología y tecnología médica.

Tales patentes cayeron desde un máximo anual en 2019 de 99, a 61 en 2023. En 2024, se registraron 16 en el primer trimestre, a pesar de la mayor preocupación de Estados Unidos de que los avances científicos y tecnológicos chinos representan una amenaza para la seguridad nacional.

Aclamado en su día como una fuerza estabilizadora en las relaciones entre Estados Unidos y China, el acuerdo de cooperación ha sido objeto de críticas por parte de parlamentarios preocupados por el creciente poder militar de Pekín y el supuesto robo de propiedad intelectual estadounidense.

Los partidarios de renovar el acuerdo argumentan que ponerle fin ahogaría la cooperación académica y comercial e impediría a Estados Unidos conocer los avances técnicos de China.

El martes finalizó una segunda prórroga de seis meses del acuerdo, que expiraba en agosto de 2023. En los próximos días podría producirse otra prórroga de corta duración, ya que ambas partes han tratado de renegociar sus términos.

Las patentes identificadas por la oficina de patentes estadounidense representan una pequeña fracción de las patentes mundiales de China. Las patentes conceden derechos legales exclusivos a los inventores, pero también divulgan públicamente información técnica sobre esas invenciones.

En uno de los indicadores con que se mide la innovación mundial, China ha superado en los últimos años a Estados Unidos y se ha convertido en el primer país del mundo en solicitudes de patentes.