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El Senado de México presentó la Propuesta de Marco Normativo para la Inteligencia Artificial en México, elaborada por la Comisión de Análisis, Seguimiento y Evaluación sobre la Aplicación y Desarrollo de la IA, que busca regular esta tecnología.
El documento es resultado de seis conversatorios realizados entre 2024 y 2025 con la participación de 72 especialistas de sectores clave: el gobierno federal (incluyendo SEDENA, SEMAR y Guardia Nacional), la industria tecnológica (Google, Meta, Microsoft, Amazon), la academia (UNAM, IPN, Tec de Monterrey), la sociedad civil (Artículo 19, Centro-i) y organismos internacionales como la UNESCO.
El proceso, que sumó 251 intervenciones de dos minutos cada una, permitió integrar 34 recomendaciones para diseñar un marco normativo flexible, con enfoque en derechos humanos y soberanía tecnológica.
Marco normativo es tres niveles
La propuesta plantea una arquitectura legal en tres fases:
- Reformas constitucionales a los artículos 3 y 73, para reconocer el derecho de acceso a los beneficios de la IA y facultar al Congreso para legislar en la materia.
- Expedición de una Ley General de IA, que establezca principios rectores, mecanismos de gobernanza, estándares técnicos y esquemas de evaluación de riesgos.
- Armonización sectorial de al menos 17 leyes, como las de salud, educación, datos personales, propiedad intelectual, consumo y medio ambiente.
Además, durante el proceso deliberativo se revisaron experiencias extranjeras. China fue señalado como ejemplo de los riesgos de vigilancia masiva; Israel, por el uso bélico en selección de objetivos para drones; la Unión Europea, por su regulación basada en riesgos, pero criticada por su complejidad; y Estados Unidos, por su modelo flexible aunque volátil por depender de órdenes ejecutivas.
En este contexto, especialistas advirtieron que México debe adaptar y no replicar modelos foráneos. Como señaló Alejandra Lagunes, presidenta de la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA). Para ella, una tecnología de amplio propósito debería regularse por sector y por resultado, es decir, por nivel de riesgo.
Riesgos y tensiones identificados
Los conversatorios también identificaron dilemas que marcarán el debate legislativo. Entre ellos:
- Propiedad intelectual:
se denunció el “robo en despoblado” de obras creativas usadas para
entrenar modelos generativos, lo que llevó a propuestas para reformar la
Ley Federal del Derecho de Autor y excluir obras 100% generadas por IA.
- Salud: la Secretaría de Salud planteó que los datos médicos deben considerarse prioritarios y permanecer bajo resguardo del Estado.
- Educación: académicos y especialistas propusieron capacitar docentes y actualizar planes de estudio con programación, robótica y pensamiento computacional.
- Transparencia: se recomendó un registro público de algoritmos usados en el sector público
- Riesgos técnicos: se demostró cómo bases de datos supuestamente anonimizadas pueden reidentificar personas, lo que subraya la necesidad de auditorías algorítmicas.
El senador Rolando Zapata Bello, presidente de la Comisión, resumió que regular la IA no significa frenar la innovación, sino asegurar que esta “sirva al interés público” y no reproduzca desigualdades estructurales.
El T-MEC sería una oportunidad estratégica
El documento subraya que México es país adoptante y marginal generador de IA, lo que obliga a impulsar infraestructura nacional —centros de datos, semiconductores— y capital humano, sin imponer cargas que inhiban la innovación.
Aunado a ello, señala que la revisión del T-MEC en 2026 se perfila como oportunidad estratégica para proponer un capítulo específico sobre IA, que incluya interoperabilidad técnica, protección de datos, certificaciones éticas y cooperación trilateral en comercio digital.
El proceso dejó claro que la futura legislación mexicana deberá equilibrar múltiples tensiones: entre innovación y derechos humanos, entre soberanía tecnológica y cooperación internacional, y entre flexibilidad regulatoria y protección ciudadana.
En palabras de Pablo Pruneda, investigador de la UNAM: “Una regulación equivocada puede ser tan grave como la ausencia total de regulación”.