La Comisión Europea propuso un "indicador de resultados de la innovación" con el propósito de que algunos países muestren supuestas mejoras en materia económica aunque utilizando parámetros inconsistentes.
El nuevo indicador se basa en cuatro componentes: La innovación tecnológica medida por el número de patentes, el empleo en actividades intensivas en conocimiento, la competitividad de los bienes y servicios, y el empleo en empresas de rápido crecimiento de sectores innovadores.
La idea de la Unión Europea (UE) es mejorar las condiciones de investigación y desarrollo con el fin de aumentar los niveles combinados de inversión pública y privada en proyectos innovadores y, de esa manera, incidir positivamente en el PIB de la región.
Aunque no hay una relación directa entre crecimiento o disminución del números de solicitudes de patentes y el crecimiento o decrecimiento del PIB, especilaistas en propiedad industrial consideran que este indicador es inconsistente y puede llevar a resultados erróneos y posibles desastres en materia de políticas económicas.
.
El parámetro fue elaborado a petición de dirigentes empresariales mayores firmas Alemania Francia y Gran Bretaña, principales usuarios del sistema de patentes en la Unión Europea para poder comparar las políticas de cada país en materia de innovación ya que, si bien la UE permanece por detrás respecto a algunas de las economías más innovadoras del mundo, "tampoco está tan mal", aunque los números de empleo, crecimiento del PIB y cierre de empresas nunca fue tan negativo desde la segunda guerra mundial.
Se considera además que el parámetro de cantidad de solicitudes de patentes puede llevar a resultados engañosos, pues no toda solicitud implica una patente de invención y no toda patente implica necesariamente un proceso innovador, aunque "infla" las estadísticas de las oficinas de patentes del los países compiladas por la Oficina de Europea de Patentes (EPO) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).