pharmabaires.- La industria farmacéutica no ha tenido un buen primer
semestre y espera con expectativas que el panorama mejore en el segundo,
que ya no será un semestre sino apenas un trimestre, a partir de las
elecciones de octubre.
El nuevo convenio PAMI, compras centralizadas desde el
Estado, la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, la
reforma tributaria que mejore la competitividad de las empresas y las
modificaciones en el sistema de propiedad intelectual, ocupan la agenda
de los empresarios farmacéuticos nacionales para después de octubre,
cualquiera sea el resultado de las elecciones.
Del primer semestre hay poco o nada para rescatar. El convenio PAMI
en vigencia no los convence y estiman que seguirá igual después de
octubre. Por lo menos desde el sector empresario lo consideran de
transición.
Para algunos laboratorios el balance de estos meses ha sido de “empate”, pero para los más pequeños el resultado no es positivo, admiten voceros del sector.
Los empresarios farmacéuticos nacionales estiman que las
señales que apuntalen la demorada recuperación económica deben aparecer
después de las elecciones.
O sea que será un trimestre a partir de octubre donde deberán aparecer los signos que alienten la producción, la inversión y el consumo.
Y el convenio PAMI se ubica primero en la lista de prioridades de la industria, porque
no solo deberá rediscutir la cifra mensual, sino porque además y para
octubre se acumulará un desfasaje de alrededor de 750 a 900 millones de
pesos que el organismo prometió pagar de modo diferido después de 90
días.
El otro tema decisivo es el régimen de propiedad intelectual
que avanza desde la conducción del INPI con un sesgo decididamente en
favor de las empresas multinacionales y ya se perciben en algunos laboratorios nacionales inquietud y preocupación por el horizonte cercano.
Inquietud que se agudiza ante la persistente reiteración del
presidente Mauricio Macri y sus funcionarios sobre la disposición casi
sin barreras a firmar un tratado de libre comercio con la UE en que se
entregaría el capítulo de propiedad intelectual.
El experto mundial en propiedad intelectual Carlos Correa,
desde este mismo sitio y en una nota aún disponible más abajo, alerta
sobre las consecuencias nefastas de aceptar las imposiciones de la UE a
cambio de un tratado de libre comercio que derrumbe lo que no consiguió
derrumbar el menemismo en los 90 para la industria farmacéutica de
capital nacional.
La expectativa también está centralizada en la reforma tributaria que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne está
negociando con los gobernadores y que ingresaría al Congreso Nacional
luego de las elecciones con la premisa de un tratamiento urgente para
que sea aprobada a comienzos de 2018, a más tardar.
En cuanto a las compras centralizadas desde el Estado que involucrará
al Ministerio de Salud, al PAMI y a las obras sociales sindicales y las
empresas de medicina privada a través de la SSS (quizás también al
IOMA y las obras sociales provinciales) la preocupación de los
empresarios nacionales no es tanto que deberán negociar con un solo
comprador alrededor de 30 mil millones de pesos anuales, sino la amenaza de que será también una licitación internacional.
Esa será una barrera infranqueable que no tolerarán y
recuerdan que ya en 2016 debieron impugnar una licitación internacional
convocada por el Ministerio de Salud para la provisión de medicamentos para los programas oficiales.
En cuanto a la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias dan por descontado que saldrá por decreto antes de fin de año
y en todo caso será un conflicto para las multinacionales, cuando
intenten ingresar al mercado medicamentos de alto costo cuyas patentes
por otra ventanilla aprobó el INPI.
“No se puede demorar más el tema de la competitividad de la
industria farmacéutica que es uno de tres sectores exportadores con
mayor valor agregado de investigación y desarrollo en el país”·,reclaman los empresarios nacionales, en un mensaje dirigido al presidente Mauricio Macri y también al Ministerio de la Producción, por ahora a cargo de Francisco Cabrera.
“La competitividad de la industria, el tema de los impuestos
que encarecen la producción y el costo de producción tienen que estar en
la agenda del gobierno”, enfatizan.
Consultados los voceros sobre los juicios laborales que se han
convertido en uno de los temas recurrentes del mensaje oficial, aseguran
que no es un tema prioritario para la industria farmacéutica. La puja con los visitadores médicos desde hace un año va por carriles diferenciados.
Y entonces queda el consumo y las cifras que indican una caída de ventas o un estancamiento en el primer semestre. Así
fue entre enero y marzo y para junio las últimas estadísticas de venta
indican que por lo menos se detuvo el índice negativo. Pero apenas fue
un “empate”.
La lectura negativa de la industria ha sido ratificada por los informes habituales de la Confederación Farmacéutica Argentina,
que apuntó una caída de la venta unidades del 6,82 por ciento
interanual entre abril de 2016 y abril de 2017 y del 1,65 por ciento
(con un pico del 2.09 por ciento en el segmento ético) entre mayo de
2016 y mayo de 2017.
Es cierto que entre mayo de 2016 y mayo 2017 el incremento de
precios fue de alrededor del 27 por ciento, en porcentajes similares a
la inflación, lo que arroja una ecuación negativa o apenas un “empate”: Precios acompañando aumentos inflacionarios y menos venta de unidades.
El ciclo, entonces, deberá comenzar a cambiar antes de fin de año. O proseguirán los nubarrones.