El alambicado sistema de patentes que rige en Estados Unidos ha sido
cuestionado desde hace varios años por su incapacidad para cumplir su
función principal, la de proteger la innovación. Un estudio abunda en la
tesis de quienes creen que la regulación, del siglo pasado, es un freno
para la investigación y el desarrollo, y asegura que la economía de
EE.UU. pierde miles de millones al año por su culpa.
El
informe ha sido elaborado por Catherine Tucker, una profesora de
márcketing del prestigioso MIT que asegura que sólo en los últimos cinco
años las firmas de capital riesgo han dejado de invertir cerca de 22.000
millones de dólares (unos 16.300 millones de euros) por culpa del
sistema legal.
Tucker apunta con precisión a los denominados como trolls de
patentes, compañías especializadas en acumular títulos de propiedad
industrial, que no producen nada y cuya principal razón de ser es
esperar pacientemente, agazapadas, a que una empresa productiva alcance
cierto éxito para saltar sobre ella con toda la artillería legal a su
alcance.
El estudio de Tucker examina la correlación entre el número de
litigios por patentes y la inversión de firmas de capital riesgo,
especialistas en inyectar capital a los mejores proyectos de las
Start-Ups.
Y concluye que, aunque el sistema parece diseñado para proteger la
innovación, hay un punto de inflexión en el que ambas curvas siguen
caminos distintos: "cuantas más demandas por patentes se producen, peor
es el efecto para las inversiones del capital riesgo".
La publicación del estudio se produce, tal como señala Ars Technica apenas un mes después de que una propuesta legislativa para reformar el sistema y expulsar de él a los trolls fuese rechazada en el Senado de Estados Unidos.