La Ciencia Hacker - Observattorio Sudamericano de Patentes
Hace un par de semanas discutía con algunos compañeros el tremendo salto adelante que los nuevos fármacos contra la hepatitis C supondrán
en un plazo breve para su control. Estamos hablando de fármacos que
determinan una respuesta sostenida en hasta el 98% de los pacientes que
los toman, sin grandes efectos secundarios (al menos, así sucede en los
ensayos clínicos). Pero esto no es sólo en la hepatitis C. Ya en su
momento sucedió con el HIV y, con la llegada de las terapias específicas
(anticuerpos monoclonales, inhibidores enzimáticos selectivos,
proteínas recombinantes…), estos resultados disruptivos se extienden más
allá de las enfermedades infecciosas. Sin embargo, está sucediendo una
brutal paradoja. Cuando lo que uno esperaría es que los gobiernos
quisieran aprobar, financiar y administrar a sus pacientes estos
tratamientos cuanto antes, sucede todo lo contrario.