En un nuevo capítulo por el intento del monopolio Monsanto por incrementar sus ganancias en Argentina, la Cámara de Semilleros Multiplicadores (CASEM) de este país, organizó un
seminario en el que se debatió la forma en que esta corporación global quiere cobrar
regalías en la Argentina y sobre cuáles deberían ser los ejes para
elaborar una nueva Ley de Semillas.
En el encuentro "Patentes, contratos entre privados y
propiedad intelectual: elementos centrales para una política pública", se afirmó que los contratos entre privados como los que firma Monsanto
individualmente con productores "genera una
distorsión total de la cadena productiva de semillas autógamas,
constituyéndose de esta forma un cheque en blanco y "no se está de acuerdo
en el cobro de patentes en el producto final"