Por: Médico crítico*
En el artículo anterior comentábamos que el sistema actual de innovación biomédica está completamente roto y que uno de los signos que nos hace verlo es la escalada de precios mucho mayor que la escalada de valores añadidos aportados por los nuevos productos.
El sistema actual de innovación lo apuesta todo a la centralidad de
las patentes como factor de estímulo para la inversión en investigación
y desarrollo. Una patente que otorgue un monopolio de explotación del
nuevo medicamento durante un número de años, generando un espacio de
tiempo en el que la voluntad fundamental de la empresa comercializadora
será la de incrementar el retorno de la inversión, generándose
incentivos del tipo de incrementar los precios unitarios muy por encima
de los costes de investigación, producción y riesgos añadidos, así como
fomentando el interés de dicha empresa porque ese medicamento se utilice
para las mayores indicaciones posibles con independencia del valor
añadido aportado.